Fotografía: Especial
Desde el 8 de julio, la ciudad japonesa de Yamaguchi ha reportado a unas 58 personas atacadas por monos, mordiendo y arañando, incluso han tratado de llevarse bebés y han ingresado en jardines de infantes; los ataques fueron perpetrados principalmente en personas mayores y niños.
Pese a que los animales no buscan comida, la situación es tan grave en la localidad que contrataron a una unidad especial para tratar de dispararle a los monos con sedantes.
“Son sumamente astutos y atacan por detrás, usualmente agarrando las piernas de las personas», declaró el funcionario municipal Masato Saito.
Para evitar ataques, las autoridades japonesas aconsejaron a la población no ver a los simios a los ojos, aparentar gran tamaño y retroceder lentamente, sin hacer movimientos bruscos.
El día de ayer, un simio macho de 49 centímetros de altura y 7 kilos de peso fue capturado con sedantes, posteriormente determinaron que era uno de los monos agresivos y fue sacrificado. Sin embargo, se reportaron más ataques después.