Fotografía: Cris Huerta
La activista y psicoterapeuta Ingrid Guerrero, integrante de la organización Yo Te Creo, compartió en entrevista para Al Día Noticias que en el último año han recibido canalizaciones de niñas y niños que han sido víctimas de violencia, muchas veces derivadas de contextos de explotación laboral en la calle.
“Hay toda una situación de violencias cruzadas alrededor de lo que comúnmente se considera trabajo infantil. Muchas veces no se detecta que se trata de explotación, porque se normaliza”, explicó Guerrero.
La psicoterapeuta subrayó que una de las formas más invisibilizadas de trabajo infantil ocurre dentro de los hogares.
“Niñas y niños a quienes se les adjudican responsabilidades como cuidar a sus hermanos, hacer la comida o encargarse de los quehaceres del hogar, viven también una forma de trabajo infantil, aunque no se reconozca como tal”, afirmó.
Guerrero también señaló que la raíz de esta problemática es multicausal, pero una de las principales en Hidalgo es la precarización económica.
“Este fenómeno se ha agudizado en los últimos dos años, lo que ha incrementado la carga sobre las infancias más vulnerables”, concluyó.
Trabajo infantil aumentó tras la pandemia
En los últimos años, Hidalgo ha enfrentado un alarmante incremento en los índices de trabajo infantil.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre 2019 y 2022 esta problemática creció un 7.1%, impulsada en gran parte por la crisis económica derivada de la pandemia por Covid-19.
El trabajo infantil, definido por el Inegi como cualquier labor remunerada o no que priva a niñas y niños de sus derechos, limita su potencial y dignidad, y afecta su desarrollo físico y psicológico, ha mostrado una tendencia preocupante en la entidad.
Hidalgo, entre los primeros lugares a nivel nacional
Con una tasa de trabajo infantil del 15.5%, Hidalgo ocupa el lugar número 11 a nivel nacional.
La entidad ha superado varios promedios nacionales en rubros particularmente delicados: por ejemplo, en 2022, el 8.4% de la niñez hidalguense participó en actividades consideradas como ocupación no permitida, aquellas que la ley prohíbe por representar un riesgo para la salud y el bienestar de los menores.
El sector agropecuario concentra el mayor número de menores trabajando, sobre todo varones, mientras que las niñas se ven más involucradas en el comercio y servicios.
A esto se suma otro dato alarmante: el 7.2% de los menores de entre 5 y 17 años formaron parte de la llamada ocupación peligrosa trabajos en construcción, minas, bares, cantinas, y otros sectores de alto riesgo, posicionando a Hidalgo en el lugar 13 a nivel nacional.
Más de la mitad de los niños realizan trabajos que afectan su salud
Según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI), más de la mitad de las y los menores en ocupaciones peligrosas realizan actividades que comprometen su salud y desarrollo.
En total, en 2022 se contabilizaron mil 135 niños en estas condiciones: 886 varones y 249 niñas.
Además, Hidalgo también presentó cifras preocupantes en cuanto a la realización de quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas, con una tasa del 7.8%, colocándose cuatro lugares por encima de la media nacional.
Factores que impulsan el trabajo infantil
El incremento de precios en productos básicos, la pérdida de ingresos por parte de los hogares y el fallecimiento de miembros que aportaban recursos económicos son algunas de las razones más comunes detrás del incremento del trabajo infantil, de acuerdo con el Inegi.
Comparando con 2019, cuando Hidalgo tenía una tasa del 8.4% en trabajo infantil y un 5.1% en ocupación no permitida, los aumentos han sido notorios.
En apenas tres años, la tasa de ocupación no permitida pasó del 5.1% al 8.4%, mientras que la de ocupación peligrosa creció del 4.9% al 7.2%.
KNM