Fotografía: Cris Huerta
En la zona céntrica de Pachuca, la tarde del 25 de noviembre transcurrió entre contrastes: de un lado, colectivos feministas plagaron la vía pública con mensajes, colores y testimonios; del otro, un cerco de policías antimotines resguardaban en silencio y observando detrás de ciento de vallas metálicas, el Palacio de Gobierno.
La escena, cargada de simbolismos, definió la jornada conmemorativa del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en la capital hidalguense.
A las afueras de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo, decenas de mujeres colocaron tendederos repletos de historias que, aun sin nombres, pesaban por su crudeza.
El colectivo “Las Mercaditas Insurgentas” encabezó esta intervención, invitando a romper el silencio y a transformar la vergüenza en denuncia; cada hoja colgada es un testimonio que demandaba justicia y atención real por parte de las autoridades.
Mientras tanto, performances improvisados captaron la atención de quienes transitaban por la zona.
Entre muestras de apoyo, lecturas y dramatizaciones, las participantes denunciaron la violencia feminicida, la impunidad y la falta de garantías para la seguridad de las mujeres.
No hubo gritos ni marchas multitudinarias; el impacto fue sutil y contundencia por sus actos.
En tanto, sobre avenida Francisco I. Madero, frente al Edificio de Gobierno, mujeres policías permanecieron en formación, equipadas con casco y escudo.
Su presencia, evidenciaba la expectativa de las autoridades de posibles contingencias. Sin embargo, la tarde avanzó sin sobresaltos.
No hubo confrontación ni tensión abierta, solo la distancia silenciosa entre quienes exigen seguridad y quienes están ahí para brindarla.
Al cierre de la jornada, el mensaje de los colectivos permaneció claro: mantener viva la memoria de las víctimas, exigir justicia y presionar por políticas públicas que prevengan y erradiquen la violencia de género.
Una tarde sin disturbios, pero llena de voces, símbolos y verdades que buscan no volver a ser ignoradas.
KNM