¿Qué nos pasa?

 

Desde el inicio de la humanidad, la traición se asocia con el engaño y se dice es algo imperdonable, un acto ruin que caracteriza a personas despreciables que cometen una acción que afrenta contra otra persona.

Seguramente ahorita que leemos estas líneas hasta el estómago se nos revuelve al recordar alguna situación tan desagradable, eso sucede cuando recordamos tal eventualidad que hasta nos saca de nuestros cabales el tan solo recordarlo.

De esta misma forma nos debiera pasar al comprobar tanto engaño de parte de nuestro gobierno y que aún haya personas que siguen fieles en creer tantas mentiras.

Independientemente del partido político al que tenemos adherencia, considero debemos ser objetivos y darnos cuenta de la situación tremenda a la que el país se enfrenta.

Solo voy a tocar un punto de lo que aqueja a nuestra sociedad y es el punto de la salud: es impresionante que en el hospital general de cualquier estado te piden hasta el algodón, las gasas y el alcohol para curar una herida, porque el gobierno no abastece lo necesario a dichos lugares.

Quizá parezca poco lo material que se deba comprar y muy exagerada la crítica; sin embargo, eso es en el menor de los casos, comprar alcohol y algodón como quiera se resuelve, pero qué sucede en los hospitales cuando los médicos no cuentan con suturas, anestesia, suero, indispensables en una cirugía, la cual de no ser practicada pone en riesgo la vida de un ser humano.

Y qué no decir de la falta de suministros para los enfermos de cáncer. No quisiera estar en los zapatos de las trabajadoras sociales que tienen que decir “regrese después, a ver si hay”.

Como tampoco quisiera estar en el lugar de los pacientes que van a sus citas a recibir lo que por derecho constitucional corresponde y el desánimo que experimentan cuando reciben respuestas tan vagas.

De ningún trabajador de la salud es la responsabilidad no tener los suministros, como tampoco es responsabilidad del paciente padecer enfermedades terminales.

Entonces de quién, me preguntarán ustedes, mis lectores. Creo que la respuesta es más que lógica y depende la total responsabilidad del gobierno dotar a los hospitales de lo que se requiera para brindar un servicio óptimo en beneficio de la salud de los mexicanos.

Pero a cambio ¿qué encontramos? Carencia total en los insumos indispensables y nula adquisición de medicamentos para enfermedades terminales; acaso no es eso una traición para los ciudadanos que emitieron un voto en favor de los protagonistas de la cuarta transformación.

Y peor aún, nos damos cuenta de su engaño, de su traición y siguen confiando en esos personajes corruptos, mentirosos y sin escrúpulos, porque los que están careciendo de insumos médicos no son sus seres queridos.

¿Qué nos pasa? Reaccionemos por favor y exijamos lo que nos corresponde, que en este caso es el derecho a un servicio de salud digno.