Fotografía: Nelly Téllez

 

Para obtener un buen curado de aguardiente se requiere que al momento de ingerirlo en un primer momento el sabor de la fruta sea lo primero que se sienta en el paladar, pues debe ocultar el sabor fuerte del aguardiente, el cual debe notarse después. Para lograrlo es necesario tener experiencia y mantener la tradición de la elaboración artesanal.

Jorge Antonio Rendón Arvizu, propietario de la empresa familiar Aguardiente y Curados D’ Toño Rendón, ubicada en el municipio de Huejutla de Reyes, sabe que la preparación de estos vinos completamente artesanales debe ser meticulosa y ponerle mucha dedicación para lograr que el sabor de la bebida deleite a los paladares.

No por nada los más de 50 años de experiencia, en los que en ningún momento han alterado el procedimiento para la elaboración de estas bebidas que carecen de colorantes, saborizantes artificiales o conservadores, pues la calidad del proceso y de los ingredientes es tal que no requieren de añadir de estos productos químicos.

Indicó que esta bebida es típica y tradicional de la región, pues no hay habitante de Huejutla de Reyes que no los conozca, pues todos saben tanto del aguardiente natural como del curado o preparado con frutas de la región, siendo el jobo la primera fruta, la cual es típica de la Huasteca, la elegida para hacer los curados.

Posteriormente introdujeron la mora, el jerez, la uva, la manzana, la guayaba, el durazno, el tamarindo, el arándano, la maracuyá, el café, el coco y el nuevo sabor, piña colada, los cuales han sido bien aceptados por los clientes.

Rendón Arvizu señaló que su padre, Felipe Rendón Mercado, fue quien inició con el negocio y heredó todo el conocimiento tanto a él como a su hermano para preservar la tradición de esta bebida tradicional que exige un cuidado en el añejamiento de la bebida que oscila entre los tres a siete meses.

“En un recipiente le agregamos alrededor de 80 kilos de la fruta, aunque varía la cantidad porque hay fruta que genera más jugo y se presta más, lo mismo que se ponga de kilos de fruta se pone de litros de aguardiente, se cierra herméticamente se deja añejar de tres a siete meses, dependiendo de la fruta” dijo.

Subrayó que el cuidado en el añejamiento es lo que permite que la fruta logre ocultar el sabor del aguardiente en el primer sorbo, pues la boca debe percibir primero el sabor de la fruta para posteriormente el del aguardiente, “por eso es curado, porque la fruta se cura en aguardiente” señaló.

 

 

SJA