La Avenida Juárez en 1950

 

A mediados del siglo pasado, época en la que Pachuca anunciaba, en las carreteras de acceso a la ciudad que su población urbana alcanzaba los 55 mil habitantes –casi la décima parte de los actuales, sin contar a la zonas conurbadas con Mineral de la Reforma, Zapotlán, Zempoala y San Agustín Tlaxiaca– una de las principales vía acceso y salida de la ciudad era la avenida Juárez, esa misma que usted conoce amable lector, solo que entonces esta despuntaba desde la calle de Manuel Fernando Soto y no había ni portales, ni plaza, ni palacio de Gobierno.

En el margen derecho se distinguen los talleres de la Estación Hidalgo y la larga barda, que resguardaba los patios de maniobras de aquella línea ferroviaria hasta donde se encontraban las hortalizas –hoy Preparatoria Número Uno–.

En el lado derecho puede verse una de las casas de la Compañía de Real del Monte y Pachuca –la que fue demolida para construir la Casa de Mujer Hidalguense y la acera poniente de portales de la actual Plaza Juárez– cuya continuación al sur, era el edificio de la escuela “Hijas de Allende– convertido actualmente en estacionamiento.

En la placa fueron captados un veloz autobús, que procedente de la calle de Guerrero, iniciaba su salida a la ciudad de México por una entonces solitaria avenida Juárez, en cuyo cauce se aprecia media docena de automóviles entre estacionados y en movimiento, que interrumpen la monotonía.

En lado contrario otro vehículo entra a gran velocidad a la encrucijada donde el tránsito continuaba por una calle de Guerrero que entonces era de dos sentidos.

Dos años después de lograda esta fotografía, se iniciaron los trabajos para construir la hoy Plaza Juárez, que durante poco más de dos años quedó construida la plancha elipsoidal donde se colocó el Monumento al Benemérito Benito Juárez en el extremo poniente y una réplica del antiguo Teatro Bartolomé de Medina en el oriente –que fue asiento por muchos años de la Cámara de Diputados– quedando al norte un gran espacio que se convirtió a partir del 15 de septiembre de 1970, en el actual Palacio de Gobierno.

Obsérvense en el margen derecho a los “papeleros” encargados de renovar las carteleras donde el municipio permitía se anunciaran espectáculos artísticos o deportivos así como avisos importantes a la ciudadanía. ¡Ah qué tiempos Aquellos¡ no cree usted amable lector, que comparte conmigo aquellos recuerdos, tal vez extraños para la nuevas generaciones.

 

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SJA