Fotografía: Especial

Con éxito, un grupo de especialistas del Hospital Ángeles de las Lomas y del Hospital General de Pachuca intervinieron a Miguel Ángel, un menor de edad, residente de Atlapexco que padecía una malformación genética en el tórax.

José Manuel Mier Odriozola, coordinador de la Clínica de Cáncer de Pulmón y Tumores del Tórax del Hospital Ángeles de las Lomas quien lideró la cirugía, explicó que la enfermedad conocida pectus excavatum, consiste en una deformidad en la que el esternón y las costillas se hunden, desplazando órganos internos como el corazón, pulmones, incluso esófago y columna vertebral.

Pese a que el caso fue sencillo, puntualizó la necesidad de asistir al paciente para prevenir la aparición de deformidades en la adolescencia y en la edad adulta, por lo que, explicó que repararon el defecto a través de unos materiales protésicos de titanio que se colocan dentro del tórax, que son de alto costo.

Destacó que la cirugía fue posible gracias a la participación de grupo de especialistas liderado por él, así como el cirujano cardiotorácico del Hospital General de Pachuca, la residente del Hospital Ángeles Karen Mohedano Rico, el anestesiólogo, Gerardo Gómez Nieto, y además de la supervisión del director del Hospital General de Pachuca, Francisco Chong Barreiro.

Además, resaltó el apoyo del Gobierno del Estado, que encabeza Omar Fayad Meneses quien giró instrucciones para intervenir al infante, lo que permitirá mejorar su calidad de vida de manera significativa.

El director del Instituto de Cirugía Torácica de Mínima Invasión afirmó que el grupo de especialistas del Hospital Loma de Los Ángeles no cobró los honorarios de la intervención, mientras que el material protésico y la instancia intrahospitalaria corrió a cargo del estado, ya que en un hospital privado, un operación de tal magnitud tienen un costo de medio millón de pesos.

Tras la operación, afirmó el menor esta fuera de peligro y no presentó ninguna complicación, por lo que, confió que en los días siguientes pueda ser dado de alta y continuar con sus actividades diarias.

En México, uno de 400 niños padecen malformación de tórax, pero no todos los pacientes pueden ser intervenidos debido a que hay grados de la enfermedad que no representan un peligro en el crecimiento y desarrollo de los menores.

Reveló que lo ideal es que los pacientes con alto grado o intermedio se operen para prevenir defectos o malformaciones en la adultez, además habló de la necesidad de que sean asistidos en la infancia pues los cartílagos son más flexibles.

 

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