Fotografía: Especial
La Administración Militar de Myanmar declaró culpable a Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de La Paz y exlíder birmana por cargos de incitación e infringir las restricciones impuestas por el Covid-19; fue sentenciada a cuatro años de prisión.
Tras un indulto, Aung San Suu Kyi deberá cumplir dos años de detención en un lugar no revelado; la sentencia que se le ha impuesto, también significa la inhabilitación política.
Michelle Bachelet, quien es alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se ha referido al tema, y pidió la liberación de Aung San Suu Kyi.
El golpe de estado en Birmania, dicen representantes del ejército que es a consecuencia de un fraude electoral en las elecciones generales de 2020, demandan que haya habido irregularidades y por ende han anulado el resultado.
“Las duras sentencias contra Aung San Suu Kyi por estos cargos falsos son el último ejemplo de la determinación del Ejército de eliminar cualquier oposición y suprimir las libertades en Birmania”, indicó el subdirector de Campañas de AI en Asia, Ming Yu Hah.
Los abogados de San Suu Kyi, a pesar de que la junta militar les ha prohibido cualquier acercamiento con los medios de comunicación, han hecho comentarios donde dicen que su representada niega rotundamente las acusaciones hechas en su contra.
A consecuencia del golpe de estado que surgió en Birmania, ha dejado al país con crisis económica, social y política.