“Me hubiera encantado que esto funcionara con más celeridad. Pero estamos haciendo progresos y siento como que estamos ganando impulso”, declaró Michelle Brané, exdirectora ejecutiva del Grupo Operativo para el Reencuentro Familiar, del Gobierno estadounidense.
De acuerdo con la funcionaria, unos cinco mil 500 menores extranjeros fueron separados de sus padres en la frontera de Estados Unidos con México con el fin de desalentar la inmigración, lo que resultó en una crisis humanitaria y por consiguiente, en una ola de críticas para el gobierno de Trump.
En tanto, el Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, detalló que la tardanza en la resolución de cientos de casos se debe a diversos factores como el haber integrado expedientes inadecuados o extraviados sobre las familias separadas, y el hecho de que muchos padres se encuentran aún en sus países de origen desconociendo el paradero de sus hijos o, en si defecto, sin posibilidad de acudir a Estados Unidos para recuperarlos.
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