Fotografía: Cortesía
Alrededor de 4 mil 500 mujeres levantaron la voz en Pachuca con pancartas y consignas, así como el ímpetu de no detener su exigencia para parar la violencia en contra de las mujeres en Pachuca, Hidalgo y México, un cese a los feminicidios que suman 25 tan sólo en los dos primeros meses de este 2022, y en que se busque y se localice las mujeres desaparecidas.
Poco antes de las 15:00 horas, Plaza Juárez recibió a las mujeres, en su mayoría jóvenes, así como madres de las mismas que acompañaron con su voz y compañía.
“A una lucha que nunca debe parar, debemos continuar luchando porque haya justicia, porque las autoridades nos escuchen, porque ya no haya más impunidad”, expuso una de las miles de asistentes que participaron en las actividades previas a la Marcha 8M.
La Mercadita, donde las jóvenes expusieron artículos de venta desde pañuelos feministas, artículos de belleza, ropa y demás, mientras las participantes realizaban el diseño de los carteles sobre el suelo, en plena luz de sol, que utilizarían en esta marcha que logró alcanzar un récord histórico de asistencia, nunca antes visto en la capital del estado.
El mapa de la memoria fue otra actividad que realizaron las activistas, un homenaje a todas aquellas mujeres que fueron víctimas de feminicidio, una cruz rosa sobre los municipios que se marcaban en un mapa pintado sobre Plaza Juárez, y donde se pidió justicia por cada una de ellas, cada cruz una muerte, cada flor un recuerdo para aquellas que ya no están.
A partir de las 17:15 horas, al ver la sumatoria de participantes iniciaron el acomodo de los contingente, listas para gritar en una sola voz.
Se prepararon para partir sobre avenida Juárez y así se fueron recorriendo hasta dar inicio a esta marcha que se hizo de forma simultánea en diferentes ciudades del país y en Pachuca.
Las mujeres tomaron las calles, pintaron peticiones, rompieron algunos cristales e inmobiliario, en “una manera de decir que estamos hartas de que no nos escuchen”, no sin que las demás participantes ocultaran los rostros de sus camaradas para seguir gritando: “Fuimos todas”.
El contingente prosiguió por la calle Mariano Matamoros hasta llegar al Reloj, donde la unión de gritos se volvió a hacer uno, y continuar su recorrido hacia la Avenida Guerrero y llegar nuevamente al lugar de partida, donde se volvieron a mencionar los nombres de las desaparecidas, ahora frente a Palacio de Gobierno, donde volvieron a exigir justicia por las mujeres en el país.