Fotografía: Especial
El ayuntamiento de Singuilucan, el cual es presidido por Marcos Miguel Taboada Vargas, deberá aclarar el destino de más de 84 millones de pesos que se gastaron el año pasado, pues hasta este momento no hay suficiente documentación que permita justificar y aclarar estos pagos y transferencias realizadas.
De acuerdo al ejercicio de fiscalización que realizó la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH) a la Cuenta Pública 2022 y determinó que el año pasado se detectaron irregularidades en transferencias bancarias, se hicieron pagos dobles en obras de rehabilitación, se reportó la ejecución de aparentemente cuatro obras, se rentó maquinaria, se otorgaron apoyos sociales.
De igual manera se detectaron anomalías en la compra de material de limpieza por más de 4.7 millones de pesos, más de 15 millones de pesos en gastos de ceremonial, más de 1.2 millones de pesos por gratificaciones anuales sin tener una acreditación legal, más de 12.9 millones de pesos en el pago por concepto de sueldos al personal eventual, así como en la compra de material eléctrico por más 6.4 millones de pesos, por mencionar algunos conceptos.
Hay que recordar que este mismo ayuntamiento en un inicio se vio involucrado en el presunto desvío de recursos públicos durante la emergencia sanitaria por Covid-19 denominada la «Estafa Siniestra», sin embargo, desde el inicio este presidente municipal cooperó con la investigación, aportó elementos e incluso devolvió recursos. Pero este es otro ejercicio fiscal.
ECRL