Fotografía: Israel Solares

 

Faustino García lleva 45 años restaurando Niños Dios, labor que realiza cada año ante la demanda de fieles católicos que se alistan de esta forma para el Día de la Candelaria.

Es con su labor que muchas personas acuden antes del 2 de febrero para “darles vida” a sus imágenes y llevarlas a los templos.

Faustino García dijo que fue gracias al obispo de Tulancingo y a un sacerdote de la Asunción que pudo instalarse en el atrio de la iglesia desde hace muchos años para restaurar Niños Dios.

Este año se instaló desde el pasado 23 de enero y su trabajo finaliza hoy a las 21:00 horas; en este periodo el señor García ha recibido 400 imágenes para ser reparadas.

El tiempo que tarda en restaurar las imágenes oscila entre los 10 minutos y la hora y media, depende del daño que presenten, expuso.

El señor García atribuye a la fe y a la tradición familiar el que personas continúen restaurando a sus Niños Dios, pues algunos llegaron a pertenecer a sus padres o abuelos.

Otra restauradora es Karina Pineda, se dedica también a vestir Niños Dios, lleva 30 años haciéndolo como parte de una tradición familiar.

Dijo que los costos varían según la medida y el modelo, ya que hay imágenes que miden desde los cinco y hasta los 60 centímetros, por lo que oscilan entre 140, 200 y 350 pesos.

Explicó que actualmente la gente pide sólo ropa blanca porque los sacerdotes ya no aceptan que los niños vayan vestidos de santos o de otros colores.