Fotografía: Redes

 

 

El inicio de la campaña presidencial de Jorge Álvarez Máynez que arrancó en Lagos de Moreno se vio opacada por la escasa convocatoria y apoyo que se reflejó incluso desde los miembros jaliscienses de su propio partido que no lo acompañaron, como el gobernador Enrique Alfaro.

 

El candidato, que registra apenas un 5% de la intención de voto, ha insistido en que confía en darle la vuelta al tablero electoral en 90 días y ganar la elección del 2 de junio próximo.

 

Álvarez Máynez trato de justificar su escasa fama en el país, pero especialmente en el municipio que eligió para arrancar campaña: “Le han preguntado a la gente de aquí, ¿conoce a Máynez? y han respondido: “No” porque nunca habían visto un espectacular, una lona o una playera de Máynez, no tenían por qué hacerlo. Las campañas se inician legalmente hoy, y las candidatas de la vieja política llevan años”.

 

La inseguridad en el país y en el municipio jalisciense, en donde horas antes de este acto fueron asesinadas siete personas, fue el remate del discurso. Mientras las calles de Lagos de Moreno eran patrulladas por elementos del Ejército y de la Guardia Nacional, el candidato defendió la labor de las fuerzas armadas. Ya con luz verde para promover sus promesas de campaña, se ha comprometido a iniciar la pacificación del país en seis años.

 

“Esto que sucede no es culpa de nuestras Fuerzas Armadas, a ellos no les tocaba resolver el problema de la seguridad pública. Aun así, sin protección legal, sin mando constitucional, sin certeza y muchos de ellos, incluso han pagado con su vida las decisiones de una clase política cobarde. Por eso el tema de seguridad no se puede solucionar con promesas electoreras”.

 

Luego de esto y después de aceptar selfies, todas desde el templete, el candidato salió tras bambalinas para desaparecer resguardado por un importante operativo de seguridad coordinado por el Ejército y la Guardia Nacional.

 

Con información de El País

 

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