Fotografía: Dafne Moreno

 

Este domingo se realizó el primer debate entre aspirantes al Senado organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE), en las instalaciones de Radio y Televisión de Hidalgo (RyTVH).

La presencia de las cuatro fuerzas políticas que aspiran a un escaño en la Cámara Alta del país propició un intercambio de denostaciones, más que de propuestas para el electorado, en el ejercicio que se extendió por más de dos horas.

Simey Olvera (Morena) y Adriana Flores (Movimiento Ciudadano) cargaron durante gran parte del debate contra Carolina Viggiano (Fuerza y Corazón por México), a quien le reprocharon sus nexos con la “vieja política”, los Moreira en Coahuila y los derroches del presidente del PRI nacional, Alejandro Moreno.

“Puedo con todas”, dijo la priista a sus contrincates, a quienes les reprochó la presencia de “chapulines” con los que, dijo, se han nutrido sus partidos.

Adriana Flores (Movimiento Ciudadano) también se fue contra Damián Sosa (PT), a quien acusó de servirse de la educación en Hidalgo, al calificarlo como un casique de la UAEH.

En su oportunidad, el contendiente del Partido del Trabajo pidió justicia para su compañero Armando M.O., candidato en prisión; Yarely Melo (PVEM) pasó desapercibida al sólo enmarcar su posición en contra de la “vieja política”.

Pese a tener la oportunidad de hacerlo, el y las aspirantes dejaron de lado propuestas respecto a temas de educación, medio ambiente, cambio climático y política migratoria.

Contradiciéndose entre sí con temas como ingresos que recibe el país, aumento en índices de violencia, conflictos internos entre las mismas coaliciones, falta de agua y más fueron remarcados en diálogos, dejaron sin respuestas a las preguntas realizadas por moderadores.