Precursores de la Revolución Mexicana en Hidalgo

Con inusitado éxito, el domingo 29 de mayo de 1910 se efectuó en Pachuca la primera gira de un aspirante a la Presidencia de la República, al recibirse la visita de don Francisco I. Madero, candidato del Partido Antireleccionista, quien asistió a un concurrido mitin en la explanada del templo de San Francisco, hoy Jardín Colón.

Tras celebrarse las elecciones presidenciales el domingo 26 de junio de 1910, los resultados enteramente fraudulentos, dieron por séptima ocasión el triunfo al general Porfirio Díaz –que sumaba así, más 30 en años en el poder– la osadía costó a don Francisco Madero su captura y encarcelamiento, al asignarles a la ciudad de San Luis Potosí, como sitio en el que debería permanecer durante su proceso.

Allí concibe, redacta y publica el plan que llevó el nombre de la capital potosina, mediante el cual convocó a un movimiento armado en todo el país, que debería iniciar el domingo 20 de noviembre de aquel año.

En Pachuca, un nutrido número de liberales, simpatizantes del coahuilense, se agrupó en torno al notario de la ciudad licenciado Jesús Silva, a fin de secundar el movimiento convocado por Madero.

Los disidentes se reunían en el restaurante del Hotel del señor Eduardo Pruneti, ubicado en la calle de Zaragoza, muy cerca la Plaza Independencia, donde dos meses antes se había inaugurado el monumento al centenario de la independencia –mejor conocido como monumental reloj de Pachuca– pero una semana antes, el domingo 13 de noviembre, fue aprehendido uno de los más prominentes seguidores del maderismo, el señor Ramón Rosales, quien se hospedaba en el Hotel Bazar de la ciudad de México, donde había logreado reunir un buen número de armas y dinero en efectivo.

Cuatro días después, llegó a Pachuca don Celso Acosta, director de la Inspección General de Policía de la ciudad de México, con objeto de realizar diversas aprehensiones de otros ciudadanos coludidos en el inicio de la revolución en Hidalgo, entre ellos los señores Abel Serratos, Jesús Silva, Francisco Castrejón y el ya señalado Eduardo Prumeti, quienes avisados de su posible aprehensión, logran ponerse a salvo, no obstante al día siguiente el licenciado Jesús Silva fue arrestado y conducido a la ciudad de México, donde permaneció hasta el mes de mayo de 1911, junto con Rosales.

De esta manera el movimiento revolucionario al que convocó don Francisco Ignacio Madero, no pudo efectuarse en el Estado de Hidalgo, como sucedió en un gran número de entidades federativas.

 

Histórica fotografía que captó la llegada del candidato antireleccionista a Pachuca en mayo de 1910.

 

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SJA