Fotografía: Nelly Téllez 

En algunas ocasiones para un inventor la tarea más ardua no es concretar el avance tecnológico, sino la redacción de su proyecto para obtener la patente que otorga el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) con el propósito de obtener los derechos por 20 años y así proteger su invención a nivel industrial e intelectual.

Marco Antonio Vera Jiménez, encargado del Centro de Patentamiento de Hidalgo de la Universidad Politécnica de Pachuca (UPP), explicó que no es suficiente con haber desarrollado una idea de manera pulcra y realmente innovadora a nivel científico y tecnológico, o presentar una solicitud bien armada si en la redacción adolecen de formalidades y procedimientos.

Subrayó que la redacción es la base medular del procedimiento de revisión y valoración del IMPI para dar continuidad al proceso de inscripción y entrega de la patente, con la cual se tiene certeza jurídica sobre la posesión de la idea, pues se garantiza la exclusividad para que se pueda explotar económicamente.

Ya que las patentes son invenciones completamente nuevas y tienen una aplicabilidad para generar beneficios tanto sociales como económicos, de ahí la importancia de proteger estas invenciones y de hacerlo bien a la primera pues para otorgar una patente se requiere de un proceso minucioso de validación y certificar la autenticidad de la invención.

De esta manera se exhorta tanto a los estudiantes y académicos como a las personas en general que posean una invención a que se acerquen al centro para que se les pueda proporcionar la asesoría y acompañamiento oportuno en este sentido para incrementar las posibilidades de obtener una valoración positiva por parte del IMPI.

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