La Casa Rule

 

Construida en lo que fuera el atrio y cementerio del templo de “La Santa Vera Cruz –ocupado hasta unos años por los colegios Anglo Español y Francisco de Siles– la que es hoy sede del Ayuntamiento pachuqueño, fue concluida en el año de 1896 y ocupada por la familia de su constructor don Francisco Rule, hasta principios de la tercera década del siglo veinte.

A la muerte de su dueño, esta residencia fue rentada a despachos y consultorios, en seguida ya finales de los años veinte, se estableció en ella la llamada Escuela Central; en 1944, fue adquirida por el gobernador José Lugo Guerrero para alojar en su interior, a la sede del Poder Ejecutivo Estatal, donde permaneció hasta septiembre de 1970, un año después, en junio de 1971, se trasladó a este sitio el Tribunal Superior de Justicia del Estado y finalmente a partir del 23 de septiembre de 1985, quedó establecido en este edificio, el Ayuntamiento Municipal de la capital hidalguense.

Concebida dentro de un estilo un tanto afrancesado –muy en boga a finales del siglo diecinueve– esta mansión se convirtió en sitio emblemático para los habitantes del antiguo Real de Minas de Pachuca, en razón de destacar en el panorama citadino al lado de construcciones de menor tamaño y merito arquitectónico.

Su elegante herrería, el europeo sabor de su mansarda cubierta con pizarra inglesa, sus exquisitos emplomados en los ventanales esparcidos por toda la fachada, independiente, del trabajo en cantera de jambas y remates en los vanos de puertas y ventanas, dieron a esta mansión un aspecto señorial desde el momento mismo de su inauguración.

La historia registra la visita del Presidente Porfirio Díaz a esta casona el 16 de julio de 1896, en ocasión de haberse puesto en marcha el malacate de la mina “El Carmen”, propiedad de don Francisco Rule, visita que se repetiría años después, a fin de apadrinar a uno de los hijos de magnate minero.

La placa aquí se consigna, corresponde probablemente al año de 1900, en ella puede observarse un inusitado ajetreo en aquella mansión entonces recién inaugurada inclusive en el balcón central puede verse la imagen de la familia Rule en unión de su constructor.

Las viejas crónicas recuerdan que en las ventanas con puerta de acero del sótano de la casa, que miran aún a la calle de Morelos, los operarios del señor Rule hacían largas filas para cobrar su salario, los sábados de cada semana.

 

[email protected]

www.cronistadeHidalgo.com

 

 

SJA