Fotografía: Lorena Montiel

En esta época de festejos decembrinos, existen dos fechas de suma importancia para los pequeños del hogar, el 24 de diciembre y el 6 de enero, en los que se conmemora para algunos la llegada de santa Claus y para otros el nacimiento del niño de Jesús y el Día de Reyes, pero el objetivo es el mismo, recibir o regalar juguetes a las y los niños que se portan bien.

Sin embargo, la modernidad y la era tecnológica también ha envuelto en esta vorágine a todos, y hoy en día, los pequeños realizan grandes listas de peticiones en los que los principales pedimentos versan en los teléfonos inteligentes, en las tabletas y los video juegos, o en aquellos juguetes como muñecas, muñecos y demás que mediante el uso de pilas proporcionan una diversión distinta a la de nuestros antepasados.

Porque no recordar los juguetes que utilizaban nuestros papás o nuestros abuelitos, esos que eran construidos a base de madera y que despertaban nuestra imaginación y nos hacían volar hasta convertirnos en mamás, pilotos de autos, jugadores profesionales de trompo, balero y muchos otros juegos de mesa que nos ayudaban a despertar nuestras habilidades y destrezas mentales.

Por eso hoy les presentamos a Matilde Jiménez Sánchez y Vicente Granados Manzanares, ambos artesanos hidalguenses, originarios del municipio de Villa de Tezontepec, los cuales se dedican desde hace más de 10 años a la elaboración y venta de juguete mexicano, que ellos mismos producen en un pequeño taller que se ubica en Avenida Constitución, Barrio Las Peñitas y que venden los días sábados y domingos en el tianguis de la Plaza Principal.

Lo que empezó como una forma de obtener los recursos necesarios para poder satisfacer las necesidades de su hogar y ayudarles a sacar adelante a sus hijos, hoy se ha convertido en su pasión y en su objetivo, así lo relata Matilde, quien dice que en cada juguete que realizan tratan de hacer algo diferente y único para salvar la artesanía mexicana, ya que hacer estos productos es satisfactorio porque  les enseña a los niños a valorar y es una tradición que pasa de generación en generación.

En lo que se refiere al trabajo que representa para ellos la producción de estos productos artesanales, y qué lo hace distinto a los juguetes modernos y convencionales que se utilizan actualmente, Vicente Granados explica a la semana se elaboran entre 20 y 10 juguetes, todo depende de la dificultad, pero lo principal es que cada juguete es único y no existe otro igual.

Ellos refieren que su trabajo es preservar las costumbres mexicanas a través de la realización de artesanías, las cuales se traducen en grandes horas de diversión para niños, niñas y familias completas, pues también elaboran juegos de mesas que tienen como objetivo fomentar la unión familiar.

Por eso Matilde invita a la población a que compren artesanía mexicana de madera, que es algo didáctico, porque para ellos tratar de salvar las artesanías es algo más que un apoyo para ellos, es un apoyo a la productividad mexicana.

Por lo tanto, es preciso reconocer que los juguetes han existido desde el comienzo de la humanidad y que a través de ellos, el hombre ha dado rienda suelta a su creatividad y a su capacidad de expresión, y por eso, el arte y el aspecto lúdico los acompañan. 

Niños, jóvenes y adultos, generación tras generación, han disfrutado tanto de un tablero con sus piezas como con las réplicas de objetos de la vida real. Desde las muñecas hasta los carritos, el dominó y el ajedrez, pues  el juguete ha estado siempre presente en el mundo y hoy es necesario infundir en nuestros pequeños el gusto por estas artesanías.

 

 

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