Fotografía: Especial
En compañía de la comunidad artística y cultural, el gobernador Omar Fayad develó la placa conmemorativa del centenario de la tragedia que marcó en 1920 a la sociedad hidalguense, el incendio en la mina El Bordo, sitio en donde inauguró el Centro Comunitario, obra realizada por la gestión de la Fundación Arturo Herrera Cabañas.
Ante la presidenta de la Fundación Arturo Herrera Cabañas, Irma Eugenia Gutiérrez Mejía, el gobernador citó: “a todos los que participan con la fundación, creo que han hecho una tarea muy importante, en tratar de rescatar y que juntos hiciéramos el esfuerzo de rescatar lo que debe ser un sitio histórico, de rescatar lo que significa nuestro patrimonio histórico y cultural. Y hoy creo que estamos haciendo un acto de justicia, para la comunidad de El Bordo, pero sobre todo para quienes son herencia de aquellas familias que vivieron una gran tragedia”.
La finalidad es honrar la memoria de lo que pasó, para que nunca vuelva a pasar: “Para que se sepa y se oiga, se preserve y se enseñe, se muestre y se pueda convertir en una herramienta didáctica fundamental”, destacó el jefe del Ejecutivo estatal.
Con la entrega del decreto por el cual se reconoció al sitio como patrimonio cultural tangible de los hidalguenses, a los sitios asociados a la tragedia de la mina El Bordo, y tras su publicación en el Periódico Oficial se llevará a cabo el manejo del sitio, su preservación y del cómo se guardará memoria de lo ocurrido.
Mateo García Aguilar, en representación de la comunidad de El Bordo, así como Anastasio Salinas, integrante de una familia minera, recordaron con respeto el hecho que marcó a toda una comunidad, destacaron la importancia de no perder la memoria de todos aquellos que fallecieron durante el auge a la actividad minera de esta región.
El escritor hidalguense Yuri Herrera Gutiérrez invitó a vencer el olvido, afirmó que los recuerdos no deben ser derrotas permanentes, sobre todo en un hecho que dejó una profunda huella en la memoria de las familias hidalguenses de esta zona.
En la madrugada del 10 de marzo de 1920 en la mina de El Bordo, a la que se llegaba por el camino al pueblo de El Cerezo, el más antiguo que abrieron las compañías mineras, se registró un incendio en el nivel 365, que fue manejado de forma negligente. El incidente cobró la vida de 87 mineros; tras siete días en aislamiento, sólo siete personas sobrevivieron. En dicha mina se extraían en promedio 14 mil toneladas de metal, equivalentes a 600 mil pesos mensuales.
El Centro Comunitario cuenta con aula de usos múltiples, una biblioteca y una cancha.
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