Fotografía: Especial

 

Martín Martínez Destunis, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Masa y la Tortilla en Hidalgo, advirtió a los consumidores sobre las tortillas que distribuyen los industriales informales, debido a que no garantizan su calidad.

Acusó que los productores informales utilizan principalmente el papel estraza para envolver y comercializar las tortillas, pero dijo que se trata de un papel reciclado que se utiliza para envolver clavos, estopa o cualquier otra cosa, más no alimentos, por lo que no se cumple con las normas sanitarias.

En contraste, afirmó que los productores formales reparten este alimento de la canasta básica de los mexicanos empaquetado en cumplimiento con la normatividad sanitaria, para garantizar un producto de calidad para el consumo humano.

Explicó que los industriales formales atienden las disposiciones de la Norma Oficial Mexicana NOM-187-SSA1/SCFI-2002, que señala que las tortillas deben contar con la marca, la denominación del producto, la declaración del contenido, el nombre y el domicilio del fabricante o importador y país de origen.

Martínez Destunis señaló que el producto que reparten contiene una etiqueta donde se puede observar la marca, el RFC, su tabla nutrimental, «para que los consumidores sepan que están adquiriendo un producto de calidad y que cumple con las normas de sanidad”.

Aclaró que las tortillas que son empaquetadas no necesitan del nuevo etiquetado de alimentos y bebidas de hexágono, debido a que es un alimento nutritivo que no contiene sodio y azúcar.

Agregó que durante la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19 se incrementó en un 10 por ciento el reparto de tortillas a domicilio, debido a que la población cuida de su salud y en consecuencia hay menos movilización.

En este sentido, pidió a los consumidores a que exijan que el producto que se les reparte esté debidamente etiquetado y empacado, para que sepan quién lo fabricó, dónde se fabricó y qué es lo que contiene.

De lo contrario, exhortó a la sociedad a comprar directamente en la tortillería, pues es otra forma de garantizar la calidad del alimento.