Fotografía: Israel Solares

 

Pese a que el estado retornó al semáforo epidémico color rojo, Carlos Méndez Tejeda, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en Hidalgo, insistió al gobierno para que puedan abrir con un 30 por ciento de capacidad, ampliar su horario de servicio hasta las 22:00 horas y evitar la quiebra.

Confió que con el regresó del semáforo de máxima alerta las medidas de bioseguridad impuestas por el gobierno del estado no se acentúen.

Estimó que las restricciones sean las mismas con las que han estando trabajando con los mismos protocolos, «porque a dos semanas de que se puso en rojo en Pachuca y en 32 municipios más, y ante el decreto del gobierno del estado, ha sido fatal».

Advirtió que seguirán con los «cacerolazos» con la finalidad de ejercer presión al gobierno para que sean más flexibles, «que se equilibren entre la necesidad de cuidar la salud de la población, pero también la economía del estado”.

Reconoció que la situación sanitaria en el estado es crítica debido a que no se ha logrado aplanar la curva de contagios, lo que obligó a las autoridades adelantar las medidas restrictivas.

Ante este panorama, especificó que la industria restaurantera lo que busca es exponer a las autoridades una propuesta de una reapertura organizada, escalonada y ordenada.

Finalmente, reiteró que seguirán con las protestas en las inmediaciones de los establecimientos, pues de lo contrario aumentará el número de establecimientos que cerrarán de forma definitiva.