Fotografía: Especial
En este 2021, Hidalgo reporta la primera defunción materna por COVID-19, además hay dos casos de embarazadas graves positivas al virus, de acuerdo con el informe epidemiológico semanal de embarazadas y puérperas estudiadas, ante sospecha de COVID-19.
Al corte de la semana epidemiológica número 14, en México se han confirmado 126 muertes maternas por COVID-19, lo que representa una letalidad para el 2021 de 2.60 por ciento.
En el acumulado de marzo de 2020 al 11 de abril de 2021, se han notificado 331 defunciones maternas por este padecimiento, siendo el rango de edad de 30 a 35 años las más afectadas.
En el país, la principal causa de fallecimientos en mujeres gestantes fue COVID-19 con 126 casos confirmados; es decir el 45.5 por ciento del total de muertes registradas en el país, por lo que se convirtió en la primera causa de mortalidad.
A la vez, se incrementó en un 89.9 por ciento la razón de mortalidad materna con respecto al año anterior.
El informe detalla que del 1 de enero al 11 de abril del 2021 se han presentado 18 mil 318 casos en seguimiento y un total 4 mil 839 casos positivos.
Los estados con mayor número de casos de mujeres embarazadas o puérperas con casos positivos a COVID-19 son Ciudad de México con 3 mil 034, Guanajuato con mil 155 y Nuevo León mil 058.
Guadalupe López Rodríguez, profesora investigadora del Cuerpo Académico de Epidemiología Nutricional del Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), consideró que las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo ante el COVID-19 que la población en general.
“Esto se debe a que durante el periodo de gestación las mujeres deben adaptar su respuesta inmune para el sano desarrollo del producto, lo cual facilita las infecciones y es la principal causa de que sean catalogadas como grupo de riesgo durante las emergencias sanitarias”, recalcó.
La docente de la UAEH destacó que en muchos de los casos las mujeres gestantes suelen ser asintomáticas, mientras que aquellas que desarrollan la forma grave de la enfermedad suelen padecer de alguna comorbilidad como obesidad, hipertensión, preeclampsia, diabetes o tienen ciertas deficiencias en la ingesta de nutrientes críticos, tal es el caso de los aminoácidos que provienen de origen animal, o vitaminas como el retinol, D, K o A.
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