Fotografía: Especial 

Desde que inicio la vacunación en el estado el pasado 13 de enero, un total de 616 mil 468 personas han sido vacunadas contra el COVID-19, de acuerdo al portal federal http//vacunacovid.gob.mx.

Lo que significa que el estado lleva un avance del 23.7 por ciento en la aplicación de vacunas del estimado de población mayor de 16 años que se prevé inmunizar que son 2 millones 600 mil.

En enero, arrancó Hidalgo la inmunización a personal de salud de la primera línea en la batalla contra el virus SARS-CoV-2, después en el mes de marzo se continuó con la aplicación a adultos mayores de 60 años.

El pasado 12 de mayo se inmunizó personal docente, administrativo y de apoyo, adscrito a los diferentes niveles educativos, tanto de instituciones públicas como privadas, en 31 sedes distribuidas en todas las regiones de la entidad, cuya meta fue aplicar 79 mil 620 dosis de la farmacéutica CanSino.

En esta semana, la estrategia de vacunación está dirigida a personas de 50 a 59 años de edad, mujeres embarazadas después de su novena semana de gestación y personas de más de 60 años rezagados, donde se prevé cumplir una meta de 59 personas.

De acuerdo con autoridades sanitarias en el estado, la aplicación de la vacuna no otorga inmunidad inmediata por lo que resulta necesario mantener las medidas de bioseguridad a fin de contribuir en la disminución de los casos de COVID 19.

De acuerdo a las guías técnicas de cada uno de los biológicos aprobados para su aplicación en México, la inmunidad puede variar pero podría detectarse incluso dos o tres semanas después.

“Esto debido a que tras vacunarse, el sistema inmunitario produce anticuerpos como respuesta a los patógenos muertos o debilitados contenidos en la vacuna sin causar la enfermedad ni complicaciones”, se informa.

Los componentes para garantizar su eficacia e inocuidad son: antígeno (forma muerta o debilitada del patógeno que prepara al cuerpo para reconocer o combatir la enfermedad); adyuvantes (incrementa la respuesta de las defensas); conservantes (garantiza que las vacunas mantengan la eficacia) y estabilizantes (protegen la vacuna durante su transporte y almacenamiento).

De esta manera, la vacuna resulta segura pues antes de su aprobación para la aplicación son sometidas a pruebas rigurosas en diferentes fases y ensayos clínicos y evaluadas regularmente incluso después de su comercialización.

Las principales vacunas que actualmente se aplican en México cuentan con características como:

Pfzier BioNTech: Pueden mantenerse en ultracongelación hasta por 6 meses, en congelación estándar por dos semanas y refrigeración durante 5 días. Requiere dos dosis con una eficacia contra una enfermedad grave o muerte del 95%. De acuerdo a la OMS y Grupo Técnico Asesor de Vacunación COVID, se recomienda que el intervalo entre la primera y segunda dosis sea de 21 a 42 días (3 a 6 semanas).

AstraZeneca: La segunda vacuna aprobada en México requiere de dos aplicaciones, puede conservarse hasta 6 meses a temperaturas de refrigeración convencional, no se debe congelar y evitar exposición a la luz. Tiene una eficacia para prevenir COVID-19 sintomático del 76 % y después de 15 días de haber recibido la segunda dosis para la prevención de enfermedades graves y hospitalizaciones del 100 %.

CanSino: La vacuna de una sola dosis, puede mantenerse durante 12 meses en condiciones de refrigeración habitual entre 2°C y 8ºC. Tiene una eficacia general para la prevención de todas las infecciones sintomáticas de COVID-19, 14 días después de la vacunación.

Sputnik: La vacuna debe almacenarse en un lugar oscuro, a una temperatura no superior a -18ºC. Durante el transporte y almacenamiento, desde su producción hasta su aplicación, se deberá asegurar la cadena de frío. La vida útil es de 3 meses a partir de la fecha de producción. Una vez descongelada, se deberá usar dentro de los primeros 120 minutos y no se puede volver a Congelar. La eficacia de la vacuna, confirmada, fue del 91.4%. La eficacia frente a los casos graves de infección por COVID-19 es del 100%.

Sinovac: Los viales pueden conservarse por un periodo de hasta 6 meses (desde su producción) a temperaturas de refrigeración convencionales de 2°C a 8°C. Se deberá evitar su exposición a la luz solar y ultravioleta. Los resultados de los ensayos clínicos demostraron que la eficacia de la vacuna después de la segunda dosis fue de 91.25.

 

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