Fotografía: Especial 

 

La lactancia materna no se tiene que interrumpir aun cuando la madre en periodo de lactancia  se infecte por COVID-19 o tenga la sospecha, reveló Mariana Pérez Uribe, jefa del Servicio de Pediatría en el Hospital Obstétrico Pachuca.

La especialista mencionó que es posible el amamantamiento directo manteniendo las medidas de higiene habituales de control de la enfermedad para evitar el riesgo de contagio hacia el recién nacido.

“Se debe reforzar las medidas de higiene de manos, las medidas de higiene de su entorno constantemente la limpieza y desinfección y la higiene respiratoria, es decir utilizar adecuadamente el cubrebocas”, recomendó.

Afirmó que la leche materna va a proveer de inmunidad adecuada para proteger al bebé ante la pandemia que se vive, pues de acuerdo a investigaciones clínicas realizadas en las muestras de leche humana han sido negativas al virus SARS-CoV-2.

Destacó que mientras la salud de las madres lo permita, es decir que no haya dificultad respiratoria o estén en una área intensiva hospitalaria debe llevarse a cabo la lactancia materna.

Informó que del 2 al 7 de agosto se celebra a nivel mundial la Semana de la Lactancia Materna,  en donde se promueve esta práctica en las madres de familia, debido a que es un acto de alimentación natural, es ecológica y es el mejor alimento que puede recibir el bebé.

La neonatóloga pediatra mencionó que en el hospital materno se fomenta el apego inmediato en los primeros 60 minutos de vida del recién nacido, el cual es fundamental porque se tiene que llevar a cabo la primera tetada al seno materno.

“Si esto lo logramos hacer de manera exitosa, la mamá en lo sucesivo va a tener una lactancia materna más facilitada, la va a llevar sin problemas y van a lograr tanto mamá como bebé un vínculo más estrecho tanto afectivo como para favorecerlos este tipo de alimentación”, expuso.

Insistió que esta práctica se tiene que realizar desde la primera hora del menor y exclusivamente llevarla hasta los seis meses de edad, posteriormente tiene que ser complementaria con la alimentación hasta los dos años.

Explicó que en los primeros siete días se trata de la leche de calostro, que es la más rica en inmunoglobulinas y en las defensas que la mamá le va a proveer la recién nacidos, después de este periodo, es la leche de transición por dos o tres meses y finalmente viene la etapa de la leche materna que se considera madura, que va a persistir hasta que se deje de lactar.

Por último, recomendó a las madres que brinden  la leche materna  a sus bebés, ya que es el alimento óptimo, ya que contiene nutrientes y anticuerpos necesarios para el adecuado crecimiento y desarrollo.

 

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