El Día de Muertos

 

El Día de Muertos, en las comunidades indígenas mexicanas comenzó a formar parte de la lista del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), a partir del 7 de noviembre de 2003.

Gran orgullo para los mexicanos, pero solo para aquellos a quienes verdaderamente nos gusta la cultura, pues hay tanta ignorancia en nuestro país que se confunde con una celebración religiosa.

Los antepasados decían que al morir los seres humanos se convertían en téoltl, que quiere decir “dioses”, y que en la primera semana de noviembre regresaban a saludar a sus seres queridos y se les debía hacer una ofrenda para conseguir el descanso eterno.

Ciertamente en la época de La Conquista, los misioneros evangelizadores utilizan estos recursos para vincular el culto prehispánico con el de la Iglesia católica.

Sin embargo, al decretar la Unesco esta celebración como patrimonio cultural de la humanidad, hace a un lado por completo cualquier religión, convirtiéndose entonces en acervo cultural.

Si diéramos un tour por los diferentes estados, nos daríamos cuenta de cuanta riqueza existe en símbolos prehispánicos que nos remontan a la época precuahutémica y se ha transmitido de generación en generación; verdaderamente es un deleite asistir al día de muertos en los estados de la República Mexicana.

Muchos extranjeros se dan a la tarea de visitar en estos días algunas ofrendas y quedan extraordinariamente sorprendidos de tanta belleza cultural. ¿Y algunos mexicanos? Les gana la ignorancia satanizando esta celebración como demoniaca; yo les invito a que lean, se documenten sobre el verdadero origen de tal evento.

Ciertamente coincide con la celebración de Todos Santos que festeja la religión católica, pero el Día de Muertos no es un culto católico ni impuesto por la religión cristiana; rompamos con la ignorancia, llamemos a las cosas por su nombre, es una celebración prehispánica no católica.

En algunos lugares incluso narran hermosas leyendas, historias sobrenaturales extraordinarias, con una estructura narrativa fenomenal y no con la intención de que adoremos a sus personajes, sino que acrecentemos nuestra cultura.

Personas juzgan, critican la tradición del Día de Muertos y lo que conlleva satanizando el hecho ¿acaso no es mayor crueldad juzgar, criticar y ser ignorantes sobre la historia de su país?

¡Despierten compatriotas! Antes de emitir un juicio sobre una celebración, lean, escuchen, indaguen y después verán que les cambia el panorama del suceso. No dejen que les gane la ignorancia como en el juego del maratón.

¡Feliz Día de Muertos!