¿Y los libros apá?

Así comienza mi escrito de hoy, hace apenas un mes de entrar a clases la polémica de los libros de textos… que si sí, que si no, que si los reparto, que si los guardo, que si sirven, que no sirven, bla, bla, bla.

Todos los padres de familia muy aplicados esperando el momento de ver comentarios sobre los libros de texto.

Llegó el primer día de clases y se entregaron los libros, se realizó la ceremonia tradicional de la entrega de libros en el homenaje escolar y de pronto cual llama apagada por un torrente de agua en los medios de comunicación, cero comentarios después de que habían dicho hasta lo que no y ni los libros tenían.

Es lo de menos los libros o no, de lo que quiero hablar hoy es de la borregada que somos; después de la distracción de los libros de texto aparecieron las encuestas de Morena, la candidatura de Xóchitl Gálvez y entonces todos volteamos hacia el tema de moda, el tema en turno.

La ganadora Claudia Sheinbaum, bien bonita con su vestidito vino y muy sonrientita por el triunfo; entonces nosotros los borreguitos atentos a los distractores que nos da el gobierno y los libros de texto ya en las aulas sin que nadie nos acordemos ya de ellos.

Ojalá de verdad aplicáramos los docentes la intención de muchas prácticas que proponen los libros, como el autocuidado y el respeto; si realmente formáramos personas indagadoras, libres de pensamiento, no tendríamos que ser borreguitos de nadie porque poseeríamos la capacidad de distinguir lo que conviene o no al país y no dejarse acarrear por 200 pesos y una torta.

De verdad que en el pueblo de México somos ignorantes y a la vez sobrados de inteligencia; ¿En qué momento se nos borra la mente y nos convertimos en manada?

Ahora ya estamos bien puestos para próximos eventos y así se nos olvida la inflación, la sequedad del lago de Valle de Bravo, el desabasto de medicamentos, el deterioro del aeropuerto, la delincuencia organizada en el cobro ilegal a los comerciantes, el sinfín de personas desaparecidas.

Una lista interminable de casos sin resolver; sin embargo, nos distraen con cualquier situación para seguirnos manipulando como marionetas y entonces ¿los libros de texto dónde quedaron? ¿No que somos muy críticos? Somos una bola de borreguitos criticones, eso sí.