Fotografía: ADN

 

En sesión ordinaria, el Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo (TEEH) dictaminó la anulación de la elección municipal en Cuautepec tras los incidentes violentos que se presentaron durante la jornada de votación del pasado 2 de junio.

Los acontecimientos ocasionaron que 36 paquetes electorales no fueran computados, por lo que la decisión fue tomada después de resolver varias impugnaciones y juicios relacionados con el proceso electoral.

Según magistrados, grupos armados irrumpieron en varios centros de votación, provocando que 36 paquetes electorales no pudieran ser computados.

Además se denunció la quema de papelería electoral y la interrupción de la cadena de custodia, lo cual afectó la integridad del proceso.

Debido a los incidentes, sólo se dio certeza al 58.10% de los paquetes computados, dejando el 41.8% restante fuera del conteo, lo cual supera el umbral del 20% necesario para anular una elección.

El TEEH informó que el 31% de los cómputos presentaron falta de certeza, lo que reforzó la decisión de anulación.

En respuesta, Jorge Hernández Araus, alcalde que había sido electo, se pronunció sobre la decisión y señaló directamente al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) como responsables de los hechos violentos que marcaron la jornada electoral.

Araus declaró que Cuautepec ha tenido actos de violencia y durante las elecciones ocurrieron inconformidades que fueron ocasionadas por el PRI; aunque el TEEH pretende actuar bajo la pretensión de justicia, no han aceptado las pruebas que se les otorgaron para validar las elecciones.

Marco Antonio Rico, presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena Hidalgo, también expresó su postura a través de las redes sociales.

“La anulación de la elección municipal de Cuautepec debido a la violencia plantea una situación profundamente preocupante. En cualquier democracia, la integridad del proceso electoral es fundamental para garantizar que la voz del pueblo sea escuchada y respetada. Permitir que la violencia interfiera con este proceso establece un peligroso precedente que socava los principios básicos de la gobernabilidad democrática”.