Fotografía: Edén Torres 

La Ruta de la Luna efectuará su quinta edición de la Rodada Ciclista Ecoturística en Metztitlán, que se realizará el próximo 25 de agosto, la cual tendrá como principal enfoque dar a conocer las riquezas naturales de la Vega de Metztitlán, que es humedal más grande de Latinoamérica.

La ruta 1 arrancará en punto de las 8:30 horas, consta de 37 kilómetros y el 80 por ciento del trayecto es plano y sombreado, donde los participantes podrán agasajarse de las bellas naturales de la región por cerca de 4.5 horas, está dirigida para ciclistas profesionales y semiprofesionales.

La ruta 2 de 16 kilómetros está abierta a todo el público, la cual dará inicio a las 11:30 horas y tendrá una duración aproximada de 2 horas.

Aristeo Flores Omaña, presidente del Club Atlantes MTB informó que se darán cita clubes de Hidalgo, del estado de México, Veracruz, San Luis Potosí y Puebla principalmente, por lo que se prevé una participación de cerca de 350 ciclistas.

Garantizó una rodada segura para los participantes, aunque recomendó que utilicen casco, guantes y lentes de seguridad a efecto de prevenir cualquier tipo de accidente.

Juan Manuel Lugo Aguirre, director de Innovación Turística, mencionó que la tendencia del turismo deportivo ha colocado en el mapa a diversos atractivos turísticos que no son tan usuales para los visitantes, lo que ha permitido el incremento de paseantes a  destinos durante épocas con baja afluencia.

Rigoberto López Mendoza, organizador del evento destacó que será una rodada cien por ciento familiar y recreativa que busca fomentar el turismo de aventura y el turismo religioso.

La rodada ciclista se conjuntará con un pabellón gastronómico y artesanal, donde se podrán encontrar platillos inigualables de la región, así como se exhibirán piezas únicas realizadas por manos de artesanos, también habrá un electo artístico que engalanará la rodada.

Metztitlán es un referente en el ciclismo competitivo y recreativo, municipio que alberga pinturas rupestres, sitios emblemáticos, zonas vírgenes protegidas por la reserva de la biosfera, barranca de Metztitlán, la presa de Apanco, el santuario de cactáceas y gastronomía única para el deleite de los espectadores.

 

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