Qué valga la pena tu tiempo

Cuando pensamos en qué queremos emprender, es muy común que empecemos pensando, qué es lo mas rentable, qué nos dará un retorno de inversión rápido, bueno esto es algo fundamental pero no determinante en nuestro proyecto, porque queda claro que hay negocios muy rentables, pero no necesariamente queremos incursionar en ellos.

Cuando quieres pensar en qué negocio poner yo recomiendo pensar en tres cosas, qué me gusta hacer, en qué soy bueno y qué tengo a la mano. Recorreremos cada uno de estos tres puntos para verlos a detalle.

Lo mas valioso que tenemos es el tiempo, es algo que jamás recuperaremos, así que mas vale que lo destinemos en cosas que nos llenen el alma, que nos haga ser felices y que podamos hacerlo con pasión, porque en medida que nos apasione lo que hacemos es que podremos dar un servicio de calidad, podremos contagiar a nuestros colaboradores y así ser exitosos en nuestro proyecto.

El segundo punto es, en qué soy bueno, porque por mucho que me guste hacer algo si nada mas no me sale pues es obvio que no tendré ningún rumbo con este proyecto, saber cuales son mis debilidades y cuales son mis fortalezas, cuales puedo desarrollar, si es importante ser optimista y pensar que mis debilidades las puedo trabajar y llevar más allá para que sean un punto a favor, pero eso no siempre o por lo menos no a la velocidad que mi empresa lo requiere, así que mas vale poner los pies en la tierra y ver realmente qué se hacer, si será un emprendimiento en conjunto, ver cuales son las cualidades de cada miembro y explotarlas en favor del éxito pero siempre con la convicción que estamos haciendo las cosas bien para nuestros grupos de interés (ver columnas anteriores).

Y por ultimo, qué tengo a la mano, aquí también es importante poner los pies sobre la tierra y ver qué tengo para cumplir mi proyecto, puedo amar el espacio y ser un gran físico, pero crear un cohete espacial e ir a la luna requiere recursos que es muy poco probable que tenga a la mano. Aquí el reto es saber escalar nuestro proyecto, dividirlo en etapas, no quiere decir no tener sueños y luchar para conseguirlo, pero poco, ser realista y empezar de acuerdo con tus posibilidades, poco a poco. Que sea rentable y exitoso y así alcanzar la siguiente etapa y no irnos de boca con un proyecto.

Si juntamos estos tres elementos, haremos realidad nuestro sueño de emprender y lograr una empresa exitosa, que podamos ayudar a los demás, que cumplamos nuestro objetivo como ente social pero sobre todo que podamos trascender a través de nuestra pasión.

 

ENCA