No pasa nada

 

“No pasa nada”, dicen por ahí, cuando la omisión en nuestros actos es latente; la realidad es que sí pasa y pasa mucho.

Nos quejamos de que no hay tal o cual abastecimiento en la sociedad, en la vida misma, pero se nos olvida que cuando no damos lo que de verdad queremos recibir, será imposible poder ver el mundo de otra manera.

Las malas acciones nos destruyen de una manera fulminante e inmediata; mientras que las omisiones del no pasa nada son un veneno que mata lentamente, con el cual se van debilitando las bases de nuestra vida.

Estamos al pendiente de todo lo que sucede en el noticiero, viendo quién hace algo mal para atacar, cuando en realidad lo que estamos necesitando es el enfoque en hacer algo ya en nuestras personas, para que surjan cosas favorables.

¿Cuáles son las omisiones? Cuando observas un acto delictivo en la calle y te pasas de largo, cuando ves como maltratan a un animalito y te volteas, cuando escuchas los gritos de familias lastimándose unos con otros y prefieres hacer como que no escuchas.

Entonces no hay conciencia social. Preferimos hacer que no vemos, no escuchamos y así pasamos por alto muchos actos que van a impactar en nuestras vidas más adelante.

Hay un código de ética donde se supone todos debemos procurar el bienestar personal, familiar, laboral y social.

Yo te pregunto si en realidad lo llevas a cabo. La respuesta seguramente será que no. Yo te invito a decir sí a procurar un ambiente armonioso, porque mereces ser feliz, pues eres inteligente y todo el universo ha sido creado para ti.

No permitas que se apague la luz que irradia tu ser con las omisiones que haces para no ser responsable de tu propósito en este mundo.