Fotografía: Especial
El líder supremo de Afganistán y jefe de los talibanes ordenó que todas las mujeres se cubran el rostro en en público el burka, con lo que impone así la restricción más severa contra la libertad femenina desde que los islamistas se hicieron con el poder en agosto.
«Las mujeres que no sean ni demasiado jóvenes ni demasiado mayores tendrán que cubrir su rostro cuando estén frente a un hombre que no sea miembro de su familia», para evitar la provocación, indica un decreto firmado por Hibatullah Akhundzada y difundido por las autoridades talibanas en un acto en Kabul.
Si una mujer no sigue las reglas, su «tutor masculino» será visitado y asesorado, y eventualmente encarcelado y sentenciado. Las mujeres que trabajen en oficinas gubernamentales y no cumplan con el nuevo decreto serán despedidas.
Según el decreto, la medida es para evitar que las mujeres sufran algún daño o «altercado», informó Mohammad Sadiq Hakif Mahajer, portavoz del Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio.
Y a pesar de las primeras promesas de los talibanes de que las mujeres mantendrían su derecho a la educación, las escuelas secundarias para niñas cerraron en marzo, en la mañana en que debían abrir.
En enero, el secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamado a los líderes talibanes para que reconocieran y protegieran los derechos humanos fundamentales de las mujeres y las niñas. “Ningún país puede prosperar negando los derechos de la mitad de su población”, dijo.