Fotografía: Especial

 

Este 2 de febrero se celebra el Día de la Candelaria, en la que no solo se deben pagar los tamales, sino que también existe la tradición de vestir al Niño Dios para llevarlo a la iglesia, acción en la que las y los feligreses invierten desde 100 hasta incluso más de tres mil pesos.

Al realizar un recorrido por los locales dedicados a la venta de ropones, niños, coronas y demás elementos que acompañan a esta tradición, comentan que no existe una tarifa exacta porque todo depende de la capacidad económica y de las creencias de las personas.

Uno de los locatarios comentó que hay quienes creen que se debe cumplir con ciertas características, como por ejemplo, si es la primera vez, se debe presentar al Niño de la forma más humilde posible en la misa, pero conforme se cumplen los dos y tres años en esta dinámica, el gasto debe ser mayor y se debe reflejar en la vestimenta, en la corona y el trono en el que se sienta.

Además, se debe tomar en cuenta el tamaño de la figura del Niño Dios, por lo que si se toma en cuenta que se compra una figura pequeña y la vestimenta más sencilla, el gasto por esta acción puede oscilar entre los 100 a 500 pesos. Sin embargo, la inversión no es la misma si se adquiere una corona, trono y un ropón, incluso, hay quienes compran otro tipo de vestuarios que pueden representar desde equipos de fútbol, oficios o de otro tipo, lo que eleva el costo, mismo que puede llegar hasta más de tres mil pesos.

Sin embargo, quienes se dedican a vender este tipo de elementos, afirman que las personas siempre pagan con gusto y nunca lo han visto como una inversión, ya que es un acto de fe lo que realizan. Por lo que a muchos de ellos no les importa el costo con tal de cumplir la tradición y efectuar su fe.

Hay que recordar que está tradición surge porque se lleva porque han pasado los 40 días después a su nacimiento, para que se pueda presentar y porque pasó el tiempo de purificación de la Virgen, pues anteriormente, así se hacía en la tradición cristiana.