Fotografía: Ivet Pasquel

Lo que comenzó como un hobbie se transformó en un modo de vida. Hace más de 8 años Rogelio Calderón Jiménez coincidió con un amigo que impartía un curso a productores cerveceros, lo que le permitió aprender a elaborar cerveza artesanal.

Así le brotó el gusto y montó su propio taller de producción, de donde nació La Vizcaína, Cervecera Artesanal de Real del Monte.

A partir del año 2016 empezó a comercializar su cerveza estilo inglés, por ser Inglaterra un país con una amplia tradición en la elaboración de cerveza de donde se desprendió una de las cervezas más populares en todo el mundo.

El aroma y el sabor son característicos de las cervezas que produce, las hay rojizas, rubias y negras, para los paladares más exigentes.

La cerveza bitter o mejor conocida como Conde mantiene un color rubio, un sabor suave y delicado; la Aventurera, English Pale Ale de estilo inglés tiene un aroma ligeramente frutal; Barretero, Oatheal Stout, es una cerveza negra con un delicado amargor y un balanceado sabor; y la Tumbaburros, IPA es la cerveza más fuerte, con 7. 5 grados de alcohol.

Cada pieza está hecha de 4 ingredientes, agua, levadura, malta de cebada y el lúpulo que proporciona su distintivo amargor, aroma y sabor, si se añade otro producto es para agregar sabor u otro tipo de características organolépticas.

Para su creación, importan sus productos, las maltas de cebada de Inglaterra y Alemania; y el lúpulo de Estados Unidos y de Europa a través de casas distribuidoras. En México son pocas las materias para la producción de cerveza artesanal.

En la actualidad la industria artesanal se ha convertido en una tendencia a nivel mundial, tan solo en México se pueden encontrar más de 600 productores. A nivel estatal son 12 los creadores de cerveza y se ubican en Tizayuca, Zempoala, Pachuca, Tlahuelilpan, Huichapan, Tulancingo, Huejutla, Apan y Real del Monte.

A decir de Rogelio, cada productor puede controlar la cantidad de alcohol de la cerveza, hay creaciones muy fuertes con 20 y 25 grados de alcohol o incluso cerveza que contienen cero grados.

Sus precios oscilan entre los 40 y 70 pesos o más, pues no utilizan aditivos o adjuntos para abaratar los costos, además que las líneas de producción en menor escala elevan los costos y se suma a que los productores pagan hasta un 40 por ciento de impuestos.

Para el productor, la cerveza industrial no es competencia, pues los consumidores prefieren consumir productos locales que les brinden una nueva experiencia.

 

SJA