Fotografía: Especial

El delegado de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), Luis Armando Aznar Molina aceptó que la tala incriminada es un álgido problema en la entidad que se registra porque hay necesidad y hay pobreza.

Argumentó que la pobreza juega un papel muy importante en la deforestación pues la mayor parte de los bosques están ubicados en zonas vulnerables, donde la gente que vive en alrededor requiere del sustento y hace aprovechamiento de manera irregular de la vegetación arbórea.

“El punto de origen de la tala clandestina es la pobreza, porque se debe cubrir una necesidad”, advirtió.

En este sentido, reveló que los municipios como Tlanchinol, Huejutla, Pisaflores registran tala clandestina, pero existe una focalización en el municipio de Acaxochitlán, la cual se extiende a Puebla, pues los “bosques no conocen fronteras”.

El funcionario, reconoció que la tala clandestina cobró importancia debido a que en otros años y otras administraciones existió desatención y poca presencia institucional, “no sólo instituciones públicas, sino también inversión privada”.

Compartió que los árboles que ven afectados son los coníferos, como pinos y encinos, aunque, señaló que no existe un indicador de volumen.

Reconoció que el impacto negativo de la tala es pérdida de diversidad, de todos los servicios ambientales, tanto en la ciudad como en los bosques.

Para contrarrestar el problema, comunicó que las distintas instancias gubernamentales promueven pláticas de información con los propietarios de las zonas para que generen un aprovechamiento de manera regulada.

“Es precisamente la atención y acercamiento lo que ha contenido que el problema crezca, estamos claros que actos de autoridad han llevado a mantener el control”, puntualizó.

 

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