Fotografía: Nelly Téllez 

La producción de bioplástico por manos hidalguenses podría ser una realidad en un futuro próximo gracias a la investigación de dos jóvenes estudiantes del Colegio de Bachilleres del Estado de Hidalgo (Cobaeh) quienes han desarrollado el concepto a través del proyecto denominado Poliplastik y con el cual han logrado obtener los pases a dos eventos internacionales en 2019.

Alex Roberto Hernández Gil y Cristian Isaias Lorenzo Aldana, estudiantes del tercer semestre del Cobaeh, comenzaron a trabajar desde hace un año con la idea de reemplazar los productos plásticos derivados de petroquímicos de un solo uso, pues estos forman parte del 60 por ciento de la contaminación que se genera a diario.

De esta manera a través de procesar en su justa medida el mucílago del árbol heliocarpus apendiculatus, mejor conocido como jonote, y de la harina que se obtiene de las cáscaras de cítricos, es que han logrado obtener una mezcla que permite generar bioplástico, es decir, lograr una textura y apariencia muy similar al plástico derivado de petroquímicos; pero sin dañar al medio ambiente.

Los estudiantes explicaron que si bien tienen la intención de reemplazar los productos plásticos derivados de petroquímicos de un solo uso, en este momento se han enfocado en la elaboración de popotes con el propósito de garantizar todo el proceso, el cual sea dicho de paso ya está completamente protegido.

Afirmaron que este proyecto con el que han logrado pasar a dos eventos internacionales a realizarse el próximo año, uno se llama INTEL Isef y se realizará en Phoenix, Arizona en los Estados Unidos, y el otro evento denominado Expo Sciences International 2019 se realizará en Abu Dhabi en los Emiratos Árabes Unidos, no se quedará estancado como un proyecto estudiantil, pues pretenden darle continuidad y fortalecerlo para pasar al siguiente nivel.

Coincidieron en que es muy viable escalarlo al nivel de empresa debido a que está garantizada la sustentabilidad en los tres ejes fundamentales: es rentable económicamente, beneficia a la sociedad y contribuye a preservar el medio ambiente, por lo que de llevarlo al siguiente nivel tendría mucho más pros por ser una empresa verde.

De lograr aterrizar este proyecto como una empresa, afirmaron que lo que harían es regresar a sus comunidades, capacitar a las personas para darles empleo y contribuir a su desarrollo socio-económico, al tiempo que se crea conciencia para que cuiden del medio ambiente porque de él se mantendrán.

Los jóvenes destacaron que su asesor, Freddy Hernández Espinoza, ha sido pieza fundamental para estos logros ya que ha estado permanentemente apoyando durante las investigaciones en laboratorios.

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