Fotografía: Especial

La tarde de ayer lunes, un hombre de tez morena y de estatura mediana burló el módulo de seguridad de la presidencia municipal de Pachuca, lo que le permitió robar las pertenencias de seis personas con el pretexto de que se ganarían unos “pesos” por llevar unas lámparas al Centro Cultural El Reloj.

Un testigo que omitió su identidad, contó que el delincuente contactó a sus víctimas en El Reloj, a quienes solicitó su apoyo a cambio de redituarles económicamente, ya que no contaban con personal para realizar las maniobras.

Detalló que el individuo que portaba una credencial de servidor público, entró y saludó al personal que se ubica en el módulo, por lo que no fue necesario que dejaran algún documento para acceder a la presidencia.

Posteriormente, narró que las seis personas se dirigieron al área de Recursos Humanos, donde el defraudador les explicó a las seis personas que pasarían a unas bodegas donde hay una caja fuerte, por lo que no podrían pasar con pertenencias, que las tendría que depositar en una caja junto con sus teléfonos.

Después, mencionó que les entregó un pagaré donde debían de apuntar sus nombres para que recibieran su pago por honorarios, acto seguido, dijo que subieron a las oficinas de las “pichoneras”, donde están las oficinas de los regidores, y mientras hablaba por teléfono, ingresó a la oficina del Sindico Jurídico que cuenta con una terraza y donde guardan el escombró de la remodelación de los sanitarios para después desaparecer con sus carteras y celulares.

Mencionó que fue alrededor de las 16:00 horas cuando se notificó el oficial que se ubica en la entrada, quien subió a preguntar a los trabajadores si no habían visto a un individuo con ciertas características, debido a que habían sido “timadas” unas personas por un supuesto servidor público.

Comentó que el hombre conocía perfectamente dónde estaban las oficinas de Recursos Humanos, incluso cómo salir del circuito de las oficinas de los regidores y tenía conocimiento de las remodelaciones que se hacen al interior de la alcaldía, pues supo muy bien por dónde escaparse.