Fotografía: Lorena Montiel

Si bien es cierto que el sombrero surgió como una prenda de vestir que es utilizada para cubrir la cabeza de las inclemencias del tiempo como el sol, el frío o incluso marcar el estatus social de quien lo usa, también es verdad que en la última década el uso de este artículo se ha modificado y que ya existen distintos tipos que van acompañados de imágenes.

El surgimiento de esta prenda se remonta a los orígenes en los imperios antiguos como el Antiguo Egipto, en donde el uso del sombrero simbolizaba que todo aquel que lo portara era un esclavo al que se le había otorgado su libertad; y aunque si bien es cierto que anteriormente este accesorio era utilizado por los productores del campo, ahora este producto ya es usado por las distintas clases sociales.

En esta ocasión les presentaré a una microempresaria del municipio de Tizayuca, que se llama Cecilia Hernández García, quien junto con su hijo Juan han decidido darle un toque distinto a los sombreros y convertir esta prenda en un algo divertido, colorido y distinto a lo que estamos acostumbrados, pero que empieza a tener una gran demanda.

Estamos hablando de la decoración de sombreros con la técnica decopach con pintura al óleo, que requiere de la utilización de servilletas alemanas, que son rasgadas a mano para separar correctamente las imágenes que son adheridas al sombrero con distintos materiales y cuyo diseño se complemente a base de pintura de óleo que ellos mismos imaginan y crean.

Cecy asegura que esta técnica es nueva y que hasta el momento no hay muchos sombreros de este tipo en el mercado en el municipio de Tizayuca y en la entidad, lo que le valió para realizar sus primeras ventas en la pasada Segunda Expo CDC, en donde ya recibió pedidos e incluso para trabaja en la elaboración de 10 sombreros que enviara con un diseño exclusivo a Brasil.

La microempresaria argumenta que aunado a sus nuevos diseños, también está impulsando la decoración con tenangos, ya sea bordados o pintados, a fin de impulsar las costumbres y tradiciones del lugar que la vio nacer que es el Estado de Hidalgo.

Con respecto a las utilidades que puede traer consigo la elaboración de estos sombreros, Cecilia Hernández, refiere que se requiere una inversión de 10 a 120 pesos en promedio por artículo, cuya ganancia es de aproximadamente entre 100 y 150 pesos, dependiendo del trabajo manual que se requiera, el cual dependerá del diseño que se elija.

Como mujer y como microempresaria, asegura que estas creaciones son una nueva opción para aquellas mujeres que desean ser productivas y autoemplearse para contribuir con la economía de sus familias.

Cabe destacar que con la finalidad de que más mujeres logren superarse, Cecilia Hernández también funge como coordinadora del Centro de Desarrollo Comunitario del Barrio del Pedregal en Tizayuca, pues es en este sitio en donde ella comparte los diversos conocimientos que posee sobre manualidades y motiva a que más mujeres busquen emprender un negocio que les ayude a mejorar sus condiciones de vida.

Por eso, Cecy como la conocen es un ejemplo de mujer luchadora, tenaz y perseverante, pues nos demuestra que a los 65 años que ella tiene, aún se puede soñar y lo que es mejor luchar para alcanzar esas metas que les permitan convertirse en una mujer microempresaria, independiente y capaz de impulsar el empoderamiento de las de su género.