Fotografía: Nelly Téllez
Para contribuir de manera directa y permanente a reducir la mortandad de las aves en la República Mexicana es necesario diseñar una estrategia de reforestación sistemática de gran escala; pero a su vez, se debe legislar para obligar a constructoras y productores agrícolas a que adopten una visión ambiental en sus procesos.
El investigador del Área Académica de Biología del Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería (IBCI) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Raúl Ortiz Pulido, explicó que la humanidad está a tiempo de revertir este escenario donde a nivel mundial se estima ya desapareció más del 30 por ciento de las aves.
Explicó que la reforestación a nivel general es buena porque los árboles dan hábitat tanto a aves como muchísimas otras especies desde hongos, otros mamíferos, insectos, plantas y musgos; pero lo que se tiene que hacer es un plan sistemático y abarcar un mayor número de áreas verdes para tener impactos más grandes.
Respecto a los grandes edificios comentó que no están pensados ambientalmente, porque la tendencia es cubrirlos de vidrio y muchas aves chocan contra ellos, por lo que se recomienda el uso de ventanas ecológicas, que se logra al colocarlas con una inclinación del 5 por ciento hacia el suelo para evitar que estén en caída vertical, y así el vidrio refleje el suelo y no el cielo.
Para el caso de los productores agrícolas refirió que deberían recurrir a la producción en sombra, porque por ejemplo, para producir café en muchas ocasiones se corta el bosque y así difícilmente pueden vivir las aves, mientras que si se hace bajo la sombra de árboles se ayuda a la conservación medioambiental
Finalmente comentó que como sociedad debemos estar conscientes de que hoy en día existen alternativas donde el desarrollo no debería estar peleado con el cuidado del medio ambiente cuando aún se puede hacer algo y no lamentarnos cuando las consecuencias sean irreversibles.
SJA