Fotografía: Edén Torres

De los más de 230 mil trabajadores registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Hidalgo, se ha perdido 2 mil 287 puestos de trabajo por la contingencia por el coronavirus, de acuerdo con el informe dado a conocer por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) a nivel federal.

Entre el periodo del 13 de marzo al 6 de abril, a nivel nacional se han perdido 346 mil 878 empleos formales ante el COVID-19.

La entidad no figura dentro de las seis entidades que registran más pérdidas de empleo formal por la contingencia sanitaria.

Los estados con más afectaciones son Quintana Roo, Cuidad de México, Nuevo León, Jalisco, Estado de México y Tamaulipas que en conjunto suman el 56 por ciento del total de las separaciones de los trabajadores al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

La lista de empleos perdidos en México  la encabeza Quintana Roo con 63 mil 847, Cuidad de México con 55 mil 591, seguido de Nuevo León con 23 mil 495, después Jalisco con 21 mil 535, Cuidad de México ocupa el quinto lugar con 16 mil 036 y Tamaulipas con 12 mil 652.

El informe revela que en Hidalgo no se registran empresas con destrucción total del empleo entre el 13 de marzo y el 6 de abril.

Se identificó a nivel nacional que la mayor cantidad de trabajadores despedidos se ubican en las empresas con más de 50 trabajadores y no así en las micro y pequeñas empresas.

De acuerdo con la STPS, no existe justificación legal para separar a los trabajadores ante la emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor derivada del COVID-19.

Algunas de las implicaciones de despidos de trabajadores en el ámbito de seguridad social, además de que pierden su ingreso familiar, también el acceso a incapacidades, derecho a pensiones por fallecimiento del trabajador, cuidado de sus hijos en guarderías y el servicio de salud, salvo aquellos que hayan estado registrados 8 semanas consecutivas.

Cabe señalar que la falta de seguridad social en un escenario de pandemia se torna crítico, dado que limitan la protección del trabajador y su núcleo familiar a solo acceso a salud, y presiona   los servicios y presupuestos públicos de salud orientados a la población abierta.

 

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