El Gallito Central

 

Cuando aún no había tuberías que condujeran agua potable a todas las casas de Pachuca, existían diversas tomas públicas denominadas “Gallitos de Agua”, como la del “triangulito” que forman las hoy calles de Jiménez y Rosales, sitio que abastecía a un gran número de barrios de la zona poniente de Pachuca.

Era ésta la más céntrica y concurrida toma pública, por ubicarse en en el llamado primer cuadro de la ciudad. Pero lo cierto es que estos lugares eran también importantes centros de reunión, donde se comentaban las novedades del barrio, las penurias hogareñas, las noticias antes de formar parte de los periódicos de la época y desde luego los “chismes” cotidianos; todo ello, mientras avanzaba lentamente la fila de usuarios.

Otros beneficiarios de aquellas tomas públicas, eran los “Aguadores” quienes por unos cuantos centavos, acarreaban a las casas dos y hasta cuatro botes de lámina enganchados a un aguantador que colocaban en sus hombros. Por Bando Municipal, los “Aguadores” no podían abastecerse en estos sitios, sino hasta después de las 9 de la mañana, ya que entre las 4 de la madrugada y esa hora, solo podía hacerlo quien lo requería para uso personal o familiar, también estaba prohibido a toda persona apartar lugar o meterse en la fila, para lo cual la toma era vigilada por la autoridad policiaca.

Muchas reyertas se suscitaron en los “Gallitos de Agua” como aquella reseñada en el diario pachuqueño “El Observador” el 7 de mayo de 1919, bajo la cabeza “Campal en el Gallito Central” en la que se señalaba cómo el día anterior, poco después de las 6 AM: Victoria Castro Hernández, vecina de las calles de Observatorio, encontró en ese gallito Juana “N” amasia de su marido a quien reclamó su proceder.

Y de las palabras pasaron a los golpes, propinando Victoria Castro a su rival en amores, diversas lesiones con el bote de lámina que llevaba para su llenado en la toma pública. La rijosa fue consignada a las autoridades.

La fotografía que hoy se publica en nuestro álbum, corresponde al año de 1917 y corresponde precisamente al gallito Central de la esquina de Jiménez y Rosales, en la que puede observase a un grupo de aguadores en espera del llenado de sus botes. Sobre el gallito puede observarse el anuncio de Cigarros Charros, aunque destaca también un carbonero que arria su recua frente a la pulquería, “La Campesina” el expendio de semillas “La Castellana” y el taller de calzado “El Modelo” que dan marco a la placa.

 

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SJA