La inundación del 24 de junio de 1949

 

Sin duda alguna la inundación del 24 de junio de 1949, ha sido una de las tragedias más recordadas en la historia de la ciudad de Pachuca, fecha en la que una tromba precipitó enormes cantidades de agua al norte de la ciudad, detrás de los cerros de San Cristóbal y La Magdalena.

Fue el Río de las Avenidas, el sitio por el que aquel torrente de lluvia corrió arrastrando tierra, piedras, troncos y cuanto encontró a su paso.

Pero es el caso, de que al llegar la corriente al sitio donde se encontraba el mercado Benito Juárez –hoy Miguel Hidalgo– se formó un auténtico dique, propiciado por la enorme cantidad de basura que los locatarios tiraban al río por las atarjeas.

Buscó el agua una salida y la encontró por los patios de la entonces Inspección de Policía, ubicada en la primera calle de Venustiano Carranza y se precipitó por la calle de Hidalgo hasta disminuir a la altura del parque Hidalgo.

Mientras esto sucedía, el fotógrafo Peñafiel –que tenía su estudio en la esquina de Leandro Valle y Morelos, acompañado de don Jaime Gallego –de feliz memoria– saltando azoteas llegaron hasta donde se encontraba el entonces edificio de Telégrafos –ubicado en la esquina de Leandro Valle e Hidalgo– desde donde lograron varias fotografías, entre ellas esta magnífica placa que capta a la calle de Hidalgo, a la altura de la terminal de salida de las limosinas que iban a Real del Monte, que se situara frente al arranque del callejón de Santos Degollado.

La fotografía capta momentos dramáticos, para un grupo de personas que se apilan en la ventana de la terminal, desesperados ante la crecida del torrente que cruzaba vertiginoso por la calle Hidalgo, sitio donde puede apreciarse el anuncio del consultorio del cirujano dentista Miguel Angove.

Hace ya algunos años al exhibir en la ciudad de México, un audiovisual sobre Pachuca, el abogado Sergio López que se encontraba entre el público, al ver esta fotografía, gritó a voz en cuello, yo soy el niño que se encuentra en la ventana, un chofer de Real Monte me subió hasta ese lugar con lo que salvó mi vida.

Pero en ese momento todos vivíamos una gran angustia, pues todo hacía suponer el nivel del agua iría en aumento y pareceríamos en ese sitio, lo que gracias a dios no sucedió, yo estaba ahí porque mis padres vivían en Real del Monte, yo estudiaba en la Escuela Julián Villagrán y acababa de salir de clases. Una historia más de las muchas que nacieron aquel viernes 24 de junio de 1949 hace ya 71 años.

 

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SJA