Fotografía: Especial
La capital de Francia ha entrado en alerta máxima sanitaria, debido al aumento de casos por COVID-19 y a partir de este martes 06 de octubre de 2020 las cafeterías y los bares permanecerán cerrados nuevamente al menos por catorce días, es decir dos semanas, de acuerdo con lo dicho por el prefecto de la policía parisina Didier Lallement y afirmó que se están adaptando constantemente a la realidad del virus y que se están tomando medidas para reducir la propagación de este virus.
Estas restricciones son debido a la expansión de COVID-19, de acuerdo con información del Gobierno existe una degradación muy notable de la situación sanitaria.
Las ciudades en Francia entran a la categoría de alerta máxima cuando se superan las normas que el Gobierno ha impuesto: cuando la tasa de incidencia supera los 250 casos positivos por cada 100 mil habitantes entre la población o los 100 casos entre las personas mayores, así como que el 30% de las camas en hospitales esten ocupadas por pacientes de COVID-19.
París, y parte de sus alrededores sobrepasaron esos límites el jueves pasado, con 263 y 105 casos respectivamente y la tasa de ocupación en los hospitales en las unidades de cuidados intensivos, está aproximadamente en 35%
Además, las autoridades de Francia han prohibido las reuniones por festejos, es decir fiestas estudiantiles y cualquier otro evento festivo o familiar en establecimientos abiertos al público y aunque los bares y cafeterías permanecerán cerrados, los restaurantes seguirán abiertos al igual que las salas de cine, teatros y museos bajo estrictas medidas de seguridad.
Aurelien Rousseau, director de la Autoridad de Salud Regional, dijo que aproximadamente de 3 mil 500 nuevos contagios son confirmados diariamente en la región parisina.