Fotografía: Especial

Derivado de un monitoreo de manera aleatoria de los casos positivos de una nueva variante del virus SARS-CoV-2, Alejandro Efraín Benítez Herrera, secretario de Salud en Hidalgo confirmó que en Hidalgo se reportan tres brotes de la cepa británica, de los cuales se han identificado 13 casos positivos.

Al advertir que este escenario una llamada de atención para toda la comunidad, reveló que la cepa británica que está circulando entre la población hidalguense tiene una alta contagiosidad.

Desglosó el primer caso, el cual se presentó en un joven de 17 años, que tuvo 11 contactos, de los cuales nueve resultaron positivos y solo dos fueron negativos, la madre de 37 años de edad y una prima de 21 años de edad.

Otro de los casos, explicó que se trata de una persona de 56 años, quien tuvo contacto con cuatro personas y una resultó positivo y el tercer caso, informó que se trata de un persona de 50 años, la cual tuvo tres contactos, que resultaron positivos.

El secretario advirtió que si la población baja la guardia y se confía de la vacunación se podría entrar a un conflicto sanitario mucho más grave que lo que se vivió a finales de año y en el mes de enero.

“El problema de las cepas mutantes es que son más contagiosas, tienen mayor capacidad de eludir el sistema inmunológico, ya sea estos anticuerpos que se desarrollaron después de la infección o de la vacunación”, expuso.

Reconoció que en el caso de la cepa británica hay un 10 por ciento de probabilidades que aquellas personas que están vacunadas o se enfermaron de COVID-19 y desarrollaron inmunidad se vuelvan a reinfectar.

Además alertó que la cepa británica es mucho más proclive a infectar jóvenes, por lo que informó han extremado la vigilancia epidemiológica y están desarrollando una actividad de búsqueda intencionada de casos.

Recordó que el 31 de marzo el gobernador anunció la presencia de un caso de COVID-19 con una variante británica, se trató de una ciudadano norteamericano de origen bosnio avecindado en Austria.

Informó que arribó a México el 23 de marzo, cinco días después desarrolló síntomas, donde fue atendido en una institución privada, una vez se detonaron las alarmas en Salud Pública para hacer la secuenciación genética, donde se encontró que el virus COVID-19 era una variante de tipo británico.

 

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