Fotografía: Especial 

Lo ocurrido el pasado 7 de septiembre en la región de Tula fue un suceso que no se podía prevenir porque fue un fenómeno atípico en el que coincidieron diversos factores que derivaron en estas lamentables afectaciones, ahora toca trabajar en un proyecto integral que permita resolver el problema de fondo.

Así lo informó el secretario de Gobierno del estado de Hidalgo, Simón Vargas Aguilar, quien acudió a comparecer ante el Congreso local como parte la glosa del quinto informe de actividades del gobernador hidalguense, Omar Fayad Menes, y donde a raíz de estos hechos el rubro más cuestionado fue Protección Civil (PC).

Ante esto, señaló que el fin de semana pasado la Comisión Nacional del Agua (Conagua) presentó el informe oficial respecto de lo ocurrido hace cerca de dos meses, donde se determinó que este suceso era inevitable por las condiciones que se presentaron tanto en el Valle de México, el río Tula y las presas de Zimapán y Requena.

Ya que 490 metros cúbicos de agua que salieron de las acciones de desfogue controlado y de los vertedores naturales de las presas, más las fuertes y constantes lluvias ocasionaron este desbordamiento, que a decir del secretario estatal, se pudo haber prevenido de haberse hecho el ensanchamiento del río Tula en el año 2017.

Sin embargo, ahora deberá conformarse una comisión integrada por los tres niveles de gobierno donde se discuta cómo se debe resolver el problema de fondo para evitar repetir una situación como esta en el futuro.

Pues hay que referir que en un inicio se habían planteado 9 municipios en estas afectaciones porque no se creía que la presa de Zimapán fuera a llenarse, por lo que ahora es un municipio que también debe contemplarse en estos trabajos.

 

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