Vive y deja vivir

 

¡No busques problemas donde no los hay! En algún momento me refirieron esta frase y cuanto de cierto tiene.

Por cultura los mexicanos tendemos a poner el pie al otro para que tropiece, lo peor del caso es que nosotros no damos los pasos que le truncamos a los demás, sino que queremos que los demás estén tan truncados como nosotros, y esto a todo nivel: político, emocional, económico e incluso laboral.

En México la cuestión laboral siempre ha sido una de las más competitivas y ahora con la economía por el suelo, no se diga; todos contra todos, en lugar de hacer equipo de trabajo, colaborar para el beneficio de todos, hacemos lo contrario: echamos culpas, gritamos, defendemos nuestra postura y “acusamos” al compañero para que le vaya mal y yo quede como el héroe de la película.

¡Qué ridículo! Tener que resolver ese tipo de cosas y casos que no demuestran sino la poca madurez de las personas.

Por otro lado, existen las personas propositivas, entusiastas y empáticas que son quienes terminan ofreciendo disculpas a lo que ni siquiera hicieron pero como son inteligentes, ¡no buscan problemas donde no los hay! Y mejor resuelven de una manera efectiva.

Queridísimos lectores: dejemos de echar culpas y seamos empáticos con el entorno donde nos desenvolvemos.

Nosotros no estamos en un estado donde pululen los empleos, ni mucho menos los altos sueldos. ¿Por qué perjudicar a los demás? Si tenemos un empleo honrado, todos estaremos más relajados para llevar el sustento a nuestros hogares; de lo contrario, si yo perjudico a los demás, me estoy perjudicando a mí, porque yo doy lo que tiene mi corazón.

Hagamos equipos, sumemos, no restemos. Dejemos a un lado el ver cómo se equivocan los demás para ir a provocar rumores y habladurías.

Mejor enfoquémonos en nuestros deberes de forma responsable y chequemos nuestras áreas de oportunidad y así podremos tener una perspectiva diferente de la realidad en que vivimos.

Vive y deja vivir.