El innombrable secretario de salud en México

 

¿Se te hace conocido el nombre de Hugo López Gatell? Últimamente ha tenido más seguidores que un actor de cine de Hollywood, porque sin duda alguna la mayoría de los mexicanos lo trae en la mira y ahora por el delito de homicidio por omisión.

La pregunta de los sesenta y cuatro mil pesos es: ¿prosperará dicha acusación? Se dice que los denunciantes son dos familiares de personas que fallecieron por Covid-19 el pasado mes de noviembre.

Me pregunto: ¿Acaso son las únicas dos defunciones que este personaje político debe tener en la conciencia? Claro, si es que tiene conciencia.

Solo menciono dos situaciones que me han sorprendido de tan peculiar personaje:

  1. Ignorancia total del cargo público que desempeña. Su preparación profesional menciona que es médico cirujano, maestro en ciencias médicas y doctor en epidemiología.

Increíble que una persona con estos supuestos conocimientos no pueda expresar con certeza estrategias que protejan la salud de los ciudadanos de su país. ¿Quiénes habrán sido sus sinodales en la presentación de su examen profesional? ¿Quién avaló su tesis? ¿De verdad acudió a la facultad para obtener estos títulos profesionales?

  1. Incumplimiento de sus deberes como secretario de Salud en México. En el reglamento interior de la Secretaria de Salud se redacta el uso de la eficiencia racional. El señor no ha demostrado tenerla.

Además de uno de los deberes del secretario de Salud es: encargarse de la prevención de enfermedades y promoción de la salud, así como velar que se garantice el derecho efectivo a la misma.

Es evidente que no ha cumplido nuestro secretario de salud con dicha encomienda, ya que se tuvieron tres meses de tiempo para prevenir la propagación del virus desde que en China se informó del primer caso, y el señor Gatell tuvo incluso la insensatez de decir que el cubrebocas no era de utilidad. ¡Cuánta ignorancia en un servidor de la salud!

Estuvo en contra de la aplicación de test Covid-19, cuando en otros países les entregaban kits completos para la detección del virus de manera gratuita sin que los ciudadanos tuvieran que pagar cantidades considerables por una prueba de detección, e incluso se podían aplicar en casa.

Considero que no solo debe ser denuncia de dos personas, sino de todo un país que está sufriendo las consecuencias físicas, laborales, educativas y económicas a tan nefasta actitud.

Esperemos que el juez de control, Ganther Alejandro, no se convierta en un hámster de la salud y cómplice del innombrable secretario de salud en México.

Mantengamos la guardia y recordemos que lo más importante es la prevención.