Fotografía: Especial

 

Damnificados por las inundaciones del pasado septiembre en Tula quemaron colchones que fueron entregados por la alcaldía como «apoyo».

Demandaron que estaban reconstruidos, con chinches y hasta con manchas de orines y sangre, hecho que comprobaron al abrirlos.

Habitantes de la comunidad de Dengui bloquearon el acceso a la sede del ayuntamiento con los mismos colchones que entrada la noche terminaron quemados.

Al lugar de los hechos llegaron elementos de la policía municipal que se enfrentaron con los manifestantes, altercado del que resultaron dos personas heridas.

Previo a que les prendieran fuego, habitantes de la localidad en Tula gritaron consignas en contra del alcalde Manuel Hernández Badillo, quien hasta el cierre de esta edición no emitió algún comunicado para esclarecer los hechos.

Y es que se presume que la alcaldía facturó cada uno de los 763 colchones entregados en mil pesos, cuando su valor real oscilaría en 100.

Inclusive, pidieron la intervención de instancias para que realicen una auditoría al ayuntamiento.

Las manifestaciones comenzaron desde este martes, cuando en el Dengui se quemaron algunos colchones calificados como insalubres, lo que motivó sus habitantes a movilizarse.

Algunos colchones inclusive tenían quemaduras de cigarro, hongo y manchas, lo que propiciaba olores que delataron su composición.

Los colchones fueron adquiridos con tres proveedores: Comercializadora Nassim S.A de C.V, a la que se le compraron 428 unidades; así como a Erandeni León López, con quien se adquirieron 200; y a Expomuebles San Lorenzo, 135.