Fotografía: Especial

 

 

Las autoridades de Mariúpol han denunciado que Rusia ha sacado de la ciudad a la fuerza a más de mil personas, enviadas a territorio ruso contra su voluntad.

 

Es decir, no fueron retiradas a través de los corredores humanitarios que ambos países han implementado.

 

Según el jefe de la administración militar ucraniana en Donetsk, Pavlo Kyrylenko, las fuerzas rusas están deteniendo y enviando a civiles de Mariúpol a zonas de cribado, donde revisan los teléfonos y documentos ucranianos, después los envían a Rusia.

 

«Esto es una violación inaceptable de todas las normas del derecho internacional”, afirma Kyrylenko.

 

Además del secuestro de civiles, los ataques se han intensificado en la ciudad portuaria ya que autoridades ucranianas denunciaron el bombardeo a una escuela que funcionaba como refugio de 400 civiles.

 

Según un comunicado, aún hay gente bajo los escombros. Se desconoce el número de muertos y heridos.

 

El Gobierno ucraniano ha admitido que no tiene posibilidad de enviar refuerzos militares a Mariúpol. Olexij Arestowytsch, asesor del presidente Volodomir Zelensky, dijo que las fuerzas más cercanas están a más de 100 kilómetros de distancia.

 

YOG