Conviértete en tu persona favorita

 

La filosofía de vida de cada persona es muy respetable, hay quienes creen en Dios, el universo, el sol, la santa muerte.

Cualquiera que sea el ser supremo al que se venere, lo más importante no es a quién se adore, sino la fidelidad que tiene cada persona en lo que dice creer.

Considero que habitan en este planeta un sin fin de personas hipócritas que van a sus iglesias, templos o casas de oración a darse golpes de pecho con la intención de que los vean ser religiosos, cumplidos con las leyes de su Iglesia y con ello consideran están ganando un pedacito de cielo para evitar ir al infierno.

La realidad es que una cosa es la religión y otra la espiritualidad: se menciona que religión es una asociación humana con ciertas reglas, y la espiritualidad es el contacto que cada ser humano tenga con su ser supremo; lo cual me parece bastante acertada la definición.

Una persona religiosa es la que cumple las leyes de su Iglesia como si no tuviera libertad, ni pensamiento propio y otro lo debe hacer por ella; una persona espiritual es la que sabe tomar libres decisiones y asumir las consecuencias que estas conllevan.

La persona religiosa juzga y se preocupa porque los demás no cumplen las leyes de la iglesia; mientras que la persona espiritual respeta la forma de ser del otro, dándole su espacio para que actúe en total libertad, sin forzar nada, porque sabe que todo en la vida es circunstancia, que nada es para siempre y todo está en constante movimiento para fluir en la evolución que la misma vida va presentando.

Las personas espirituales no forzan, dejan que las cosas sucedan de acuerdo al propósito que el ser supremo tiene para ellas; sin dejar desde luego el cuidado de su cuerpo, alma y mente para ser personas equilibradas que brinden a los demás su mejor versión de persona.

Te invito a que evolucionemos juntos, evita criticar, juzgar y ponte empático para tener una comprensión mejor con tu alrededor en el contexto donde te encuentres, y descubrirás que es mejor ser espiritual que cumplir reglas religiosas.

Conviértete en tu persona favorita desde tu interior.