Fotografía: Especial

 

Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, aterrizó este martes en Taiwán, haciendo caso omiso a las amenazas chinas de represalias en caso de que llegara al país asiático.

La legisladora de 82 años de edad fue recibida por el ministro taiwanés de Relaciones Exteriores, Joseph Wu.

La funcionaria estadounidense señaló que su visita “honra el compromiso inquebrantable de Estados Unidos de apoyar la vibrante democracia de Taiwán”.

Nancy Pelosi está en el ojo del gobierno de China desde hace más de 30 años, en 1991, por aparecer en la Plaza de Tiananmen en Pekín y desplegar una pancarta en honor a los disidentes asesinados en las protestas de 1989, “A los que murieron por la democracia en China”, decía.

Posteriormente, Pelosi, junto con otros dos miembros del Congreso, fue apartada para ser interrogada por la policía china.

China considera que las visitas de funcionarios estadounidenses a Taiwán dan esperanza a la isla, ya que si bien Washington no tiene vínculos diplomáticos oficiales con Taiwán, está legalmente obligado a proporcionarle los medios para defenderse de China, que lo considera parte de su territorio y ha hecho uso de la fuerza para tener a la isla bajo su control.